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-Es que... aquí no es...-comenzaste a decir- ahh aquí no quiero.- pusiste tu mano en mi pecho para intentar alejarme.
-Entonces, que hago con esto?.- te pregunte mientras tomaba tu mano y la bajaba hasta mi erección. Tu cara volvió a ponerse roja.
-ehh, yo.- te quedaste en silencio por un momento.- t-te ayudare.

Me jalaste suavemente para que me sentara en la taza del baño. Después de pusiste de rodillas frente a mi.

"Oh por Dios" mi pene en tu boca se sentía genial. Por la forma en la que lo lamias, lo metias y lo sacabas de tu boca, supe que eras experto en el sexo oral. "¿Cuanta experiencia tendrás?" Me preguntaba "apuesto a que mucha.

-ahh, nng... Te gusta?.- acarice tu cabello mientras te veía saborear mi verga.- Eres una perra ughh.- jale tu cabeza mas cerca de mi y empuje mi pene lo mas profundo, no te solté hasta sentir que habías tragado todo mi semen.

La historia de un amor de mierda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora