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Cuando mi mente se encontraba en un laberinto sin salida, el destino actuó mas rápido que yo.

Generalmente nos reuníamos a comer en la cafetería todos los días después de clases, ya que teníamos casi el mismo horario a pesar de ser de carreras distintas, pero esa semana tú comenzaste a retirarte desde temprano, no comías con nosotros, pero no le tome mucha importancia ya que eso me daba mas tiempo para pensar.

Entonces el viernes, cuando todos íbamos a la cafetería y tu a la salida de la Universidad, tu celular comenzó a sonar.

-Axel. ¿Quien es Axel? Esta semana te has estado yendo temprano después de que él te llama.- una amiga te preguntó mientras observaba el nombre en tu pantalla.

-Ya lo conocieron, es el chico que vino en su moto la otra vez.-dijiste con una sonrisa emocionada.-Bueno, tengo que irme. Nos vemos el lunes, bye.- te despediste de todos y apresuraste el paso hacía la salida mientras contestabas el celular.

Parece que no había nada que pensar. Tu ya habías elegido un camino que seguir y en tus planes nunca estuve yo.

La historia de un amor de mierda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora