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Era una nueva mañana para ambos. El magnífico pintor despertó con ganas de hacer un dibujo nuevo, algo asombroso. Y no tardó mucho en asomarse por su ventana, para ver si el florista que inspiraba muchas de sus obras ya había llegado a su tienda. 

El florista, por otro lado, se preparaba para abrir su negocio. Acomodaba las flores, arreglaba el lugar, y de vez en cuando tenía que alejarse de un pequeña abeja que volaba cerca de él. 

El pintor, al darse cuenta de que el florista iba a levantar la mirada, se alejó rápidamente de la ventana temiendo ser visto. Era un poco cobarde, o eso pensaba él. Llevaba semanas observando al florista pero no se atrevía a hablarle, o dirigirle la mirada, así que lo único que hacía eran dibujos, maravillosas dibujos. Y el florista era su inspiración. 

Tenía por lo menos diez pinturas del florista con muchos tipos de flores, pero él era el único que sabía de ellas. 

El pintor se dirigió a la cocina de su departamento, mientras caminaba para hacer un café pensaba «¿Cuándo le hablarás, Minho? ¿Cuándo por lo menos lo saludarás?»

—¿Crees que papá es cobarde, Soonie?-le preguntó Minho a uno de sus gatos. El solo hizo un ronroneo y empujó su plato de comida, exigiendo más alimento. El pintor rió por la acción de su gato y poco después de servirle más alimento a este, sus otros dos «bebés», como él solía llamarlos, llegaron a su lado pidiendo lo mismo.  

Al otro lado de la calle, el florista estaba mirando hacia la ventana de la habitación de Minho. Él quería saludarlo, era un nuevo vecino y una nueva oportunidad para hacer amigos, pero él era muy tímido. 

«Seguramente en cuanto lo vea quedaré más rojo que una de mis rosas rojas.», pensaba el florista. 

—Buenos días, Chan.-dijo una señora entrando al negocio de flores. Cada día ella pasaba sin falta a comprarle un ramo de flores. 

—Buenos días, señora Kim.-saludó alegre Chan. 

—¿Aún miras hacia su ventana?-preguntó la señora. 

—Mmm... Si.-admitió él un poco sonrojado. 

—Deberías saludarlo, y de mi parte también.-

—No creo poder decir si quiera un «Hola»-

—Vamos, no siempre podrás ver hacia su ventana.-

—Lo sé, pero aún no he reunido el valor necesario.-

—Algún día lo harás, solo espero que no sea muy tarde.-

—Lo mismo digo. ¿Tulipanes?-

—¿Qué dices?, ¿Quedarían bien con mi atuendo?-

—Creo que unas sakuras quedarían mejor con el color.-

—Bien pensado. Deberías dar consejos de moda.-dijo la señora provocando la risa de ambos.—¿Cuánto sería, Chan?-

—Se las regalo, señora Kim.-dijo él entregándole las flores. 

—Vamos Chan, si sigues regalándome las flores quedaras en quiebra.-

—Será el último, lo prometo.-

—El último, ya lo has prometido.-

—Sí, que tenga un lindo día.-

—Igualmente.-dijo ella y salió de la tienda. Él volvió a mirar hacia la ventana del chico de enfrente, Chan esperaba un día poder hablar con él, saludarlo si quiera. 

~~~~~~~~···♡···~~~~~~~~

—No creo que sea buena idea.-dijo el pintor a su amigo. Había llamado a Seungmin, su mejor amigo, para que lo ayudara a elegir algunos dibujos para su exhibición. Pero habían terminado en su sala de estar platicando sobre la vida, y llegó el tema del florista. 

—¡Vamos!, tienes muchos dibujos de él. Solo regálale uno.-dijo Seungmin tratando de convencer a su amigo. 

—¿Y si pregunta por que tengo dibujos de él? ¿Qué tal si piensa que soy un acosador?-

—Dices que iba a mirar hacia tu ventana, ¿no?-

—Pero no se exactamente si lo hizo, me aleje rápidamente.-

—Ah, Minho, Minho, Minho. Eres muy difícil.-

—¿Cómo terminamos aquí?, se supone que tenías que ayudarme a elegir algo para la exhibición.-

—Tu gato.-

—Su nombre es Dori. Y no le eches la culpa.-

—¿Así que yo soy el culpable de que el me rasguñara?-

—No debiste haber comido pescado antes.-

—Bueno, ¿en que estábamos?, ah si, solo regálale un dibujo. Dile que lo viste y te gusto para una pintura.-

—¿Y si...?-

—O dejas de poner excusas y lo haces, o, voy y le digo que mi mejor amigo a estado mirándolo por su ventana todos los días como un acosador.-

—Dijiste que no seria un acosador.-le dijo a su amigo con el ceño fruncido. 

—Nunca dije eso. O lo haces tu, o lo hago yo. Fácil.-

—¿Y como van las cosas con Changbin?-

—Bien, te diré cuando ya le haya contado todo al florista.-

—¡No!-

—¿Lo harás?-

—Maldito.-murmuró Minho. 

—¿Qué?-

—Bien. Yo lo haré.-

—Así se habla. Ahora invítame de comer, tuve que dejar mi pescado a medias por tu llamada.-

—Bien, pero no te quejes si no me sale tan bien. Solo cocino para sobrevivir.-

~~~~~~~~···♡···~~~~~~~~

—Ni si quiera debería pensar en él.-dijo Chan a su mejor amigo. Ellos habían quedado en una pequeña cafetería después del trabajo de Chan. 

—Oh, Chan. El amor es el amor.-dijo Felix. 

—No puede ser amor. Ni siquiera he hablado con él.-dijo como si se estuviera regañando, ¿Cómo era posible que estuviera pensando en una persona con la que no había hablado en su vida?, Chan pensaba que eso era imposible. 

—Pues hazlo.-dijo simple Felix. 

—No. Me quedaría como una estatua.-

—Entonces no te quejes.-

—¿Cuándo regresas a Australia?-

—No me gusta que cambies el tema, pero regresaré en dos semanas.-

—Te echaré de menos.-

—No si tienes a alguien con quien pasarla.-

—Tienes razón, hablaré con Jeongin.-

—¿Es tan difícil para ti ir y saludarlo?, solo tienes que decir «hola»-

—Me saludas a tus hermanas.-

—Chan...-

—No quiero.-

—Si quieres.-

—No puedo.-

—Si puedes.-

—Voy a quedar como un tonto.-

—Si vas a quedar como un tonto. Pero por lo menos le habrás dicho algo.-

—Lo haré, pronto le hablaré.-

—¿Lo prometes?-

—Mmm... Okey.-

—Bien, ahora vámonos que quiero enseñarte un lugar que encontré en internet y es cerca de aquí.-

El día pasó, ambos estaban pensando en el otro, les costaba creer haberse fijado en alguien a quien no conocían, eran literalmente extraños. Pero ellos sentían algo, una especie de conexión, algo que los hacía querer estar con el otro, juntos, por siempre. 



Pétalos Pintados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora