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{Este es el capítulo final, espero que lo disfruten♡}

2 meses después...

El cuerpo que tenia rodeado al florista lentamente se despego de este hasta que quedo totalmente aparte, se levanto de la cama y se encamino con una sonrisa a la cocina del departamento donde ahora vivían ambos.

El pintor tenia planeado llevarle el desayuno a la cama a su amado en celebración de su segundo mes como pareja. Tomo todos los ingredientes que necesitaría para preparar waffles y saco un poco de fruta para picarla en trozos.

El olor que dominaba en la cocina era delicioso, sin duda alguna Minho había aprendido mucho de sus clases de cocina con Felix y todas las observaciones que hacia cuando Chan preparaba algo para comer.

Sirvió ambos desayunos en la bandeja y regreso a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja. 

—Channie.-llamó al florista quien seguía dormido. 

—¿Mmm?-murmuró este.

—Despierta, dormilón.-dijo. Chan poco a poco fue despertándose y se acomodo mejor en la cama. 

—Buenos días, Honnie.-dijo depositando un pequeño beso en los labios de su novio. 

—Buenos días. Mira lo que te prepare.-

—¡Waffles!-

—Así es.-dijo riendo suavemente.—¿Sabes que días es hoy?-

—Es nuestro segundo mes como pareja.-respondió con una hermosa sonrisa.—Nunca lo olvidaría, Honnie.-aseguró mientras que con su mano acariciaba con suavidad la mejilla del pintor.

—Genial, porque si no le diría a Felix que nunca mas te horneara brownies.-dijo medio en broma.

Ambos se acomodaron en la cama y desayunaron los waffles mientras platicaban sobre algunas cosas sin sentido y se robaban dulces caricias.

(...)

—Yo... ya no... puedo mas...-dijo agitado el florista.

—Oh, vamos, Channie... un poco mas...-rogo el pintor mientras unas gotas de sudor resbalaban por su frente.

—¡Hemos estado así media hora!-

—El masaje dura una hora.-

—Pero están muy calientes.-dijo refiriéndose a las pequeñas rocas que descansaban en la piel de su espalda. 

—Bien, le diré a Jackson que entre y termine con el masaje.-

—Gracias, Honnie.-

El masajista nuevamente entro en la sala y les retiro las piedras de ambas espaldas, luego les recomendó tomar agua para reponer las sales minerales que habían perdido y se despidió de ellos, prometiendo llamar al pintor en cuanto su amigo se decidiera por que obra le compraría.

Ambos volvieron a quedar solos en el departamento y Chan pensó que ese era el momento perfecto para llevar a cabo su plan, o mas bien, empezar con los regalos que le tenia preparados al pintor.

Pétalos Pintados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora