Epílogo.

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—Estoy nervioso.-admitió el florista. 

—Tranquilo, Channie. Seguro en este estará el indicado.-dijo el pintor tratando de tranquilizar a su esposo. 

Entraron al orfanato y fueron recibidos por una mujer de edad media. 

—Bienvenidos, ¿Cómo se sienten?-preguntó esta. 

—Nerviosos.-

—Pero felices.-

—Espero que alguno de estos hermosos niños puedan irse con ustedes, parecen buenas personas.-

—Lo somos. Y también esperamos encontrar al indicado.-

—Pueden jugar con los que quieran, aunque algunos son un poco tímidos.-

—Se parecen a ti.-Minho murmuro burlón a Chan. 

—Muchas gracias.-dijo Chan ignorando el comentario de Minho. La señora asintió y se fue a una esquina de la habitación. Todos los pares de ojos cayeron sobre ellos, menos unos. 

Una niña se encontraba dibujando en la pared, parecía muy concentrada. Minho y Chan la observaron, y luego a los demás. De poco a poco se fueron acercando a los niños, los cuales volvieron a hacer lo que hacían anteriormente. 

Pasaron varios minutos jugando con diferentes niños y niñas, de variadas edades, hasta que volvieron a mirar a la niña que pintaba. Ella aun ignoraba su presencia, por lo que se sorprendió cuando los noto a su lado.

—Hola, pequeña.-saludo Chan con una sonrisa.

—Hola.-respondió la niña regresando su vista a la pared donde dibujaba. 

—¿Cuál es tu nombre?-pregunto Minho. 

—Dahyun.-respondió ella. 

—Es muy bonito.-

—Gracias.-

—¿Cuántos años tienes?-

—Cuatro.-dijo enseñando ese numero de dedos en su manita. 

—Dibujas muy bien.-

—La señora Park me presta crayones todos los días. ¿Quieren ver mis otros dibujos?-pregunto entusiasmada mirándolos. 

—Por supuesto.-dijeron felices. Dahyun de repente recordó algo y nerviosamente desvió la mirada al piso. 

—Yo... tengo que ir al baño.-murmuró para irse corriendo a donde la pareja supuso que eran los baños.

—Dahyun es un poco complicada. Ella no suele abrirse a muchas personas.-les dijo la señora poniéndose a su lado. 

—¿Le paso algo?-pregunto curioso Chan. 

—No, pero no acepta irse sin su hermano.-

—¿Hermano?-

—Youngjae. Es un bebé. Y aunque seguramente piensan que los bebés son los mas propensos a ser adoptados, él aun no es elegido.-explicó la señora. 

—¿Por que?-

—Suele llorar mucho, y no quedarse quieto. Pocas personas logran controlarlo, y cuando se lo están por llevar, llora al ver a su hermana quedarse. Por eso aun no los adoptan.-

—¿Podemos verlo?-

—Claro. ¡Sunnie, trae a Youngjae!-exclamó y una joven apareció poco después con un bebé en brazos. 

—Aquí esta.-dijo esta y le paso el bebé a Chan. 

—Hola, precioso.-murmuró el florista con una sonrisa llena de ternura. Youngjae solo balbuceó algo, pero eso fue bastante para derretir ambos corazones de los esposos. 

Pétalos Pintados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora