🧳3. La carta

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La consejera escolar siempre tenía esa falsa sonrisa en su cara.

Daba la impresión de que quería ayudar a los demás, pero su única motivación para ir a trabajar era el viaje a Miami que tanto tenía merecido.

Cien dólares mas y ninguno de esos niños con psicopatía auto diagnosticada la volvería a ver durante mucho, mucho tiempo.

-Te veo en la próxima sesión -se despidió, volvió a entrar a su oficina y salió nuevamente con el nombre de su próxima cita -. Elizabeth Cooper -llamo y la adolescente se dirigió junto a ella al interior de la modesta oficina.

-No entiendo porqué estoy aquí, honestamente -la adolescente se sentó en el cómodo sillón y dejó su mochila al lado de ella.

-No es por nada malo, Eliza.

<Eliza> qué ridiculez.

-¿Entonces?

-A los estudiantes de último año se les hace un espacio conmigo para orientarlos en los ingresos a universidades. Dime Eliza, ¿Tienes alguna idea sobre la universidad?

¿Qué si la tenía? aun no aprendía a dividir correctamente, no la jodan con esas cosas.

Betty decidió ser amable, era su futuro, no importaba cuan odiada se sentía por las otras personas. Además ella nunca la había juzgado de nada.

-La verdad aun no sé muy bien a qué dedicaré mi vida.

-¿Qué te interesa?

-Me gustan los niños, me gusta ayudar a las personas.

-Creo que se me ocurre algo ¿te interesa la medicina?

-Me gustaría ver a la gente desangrándose, si.

-Bien... Tengo que completar algunos datos sobre ti, para ver si puedes recibir alguna beca.

-Con gusto se los daré.

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-¿Una carta?

-Si Pop dijo eso.

-¿Cómo te ayudaría una carta?

-Dijo que ayudaría a la practica. Cuando llegue el momento de mi solicitud tendré que enviar una carta.

-¿Y sabes que es lo mas loco?

El señor negó, intrigado por la continuidad de la noticia que su Betty le había llevado.

La consejera le había recomendado hacer una carta con todas sus cualidades y enviarla a cualquier dirección ¿loco, no?

-Me dijo que la enviara. A cualquier parte de los cercanos a Riverdale. Claro, si me llega un psicópata ya sabemos a quien culpar ¿no?

Un cliente llego y ambos se pusieron de pie, Betty tomo la orden de buena gana y Pop la cocino. Era viernes, estaba tranquilo y el clima ayudaba considerablemente, con sol, pero no un calor sofocante.

Otro cliente llego, desvaneciendo el buen humor de la rubia.

-Betty...

-Ahórratelo, Archie.

-No, en verdad quiero explicarte lo de ayer.

-Literalmente te conocí ayer, no me debes explicaciones de nada.

Pop observaba y escuchaba todo.

-Era un reto, yo no quería y ellos me obligaron. De verdad, necesito encajar.

VIAJEROS | BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora