Three~Plática

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La noche había llegado, el rubio de ojos azules salió de su oficina y se encaminó a su departamento. Se montó en su BMW convertible rojo y condujo hasta el edificio donde rentaba, una residencia con ciertos lujos que decidió darse por sus gustos.

Subió al piso once y antes de girar su vista a la puerta de su departamento, un chico peli rosa llamó su atención.

—Hola Jimin.

—Hola Hyung —sonrió y se acercó a él—. Creí que seguías en tu trabajo.

—Así era. Pero decidí venir temprano a casa para poder recibirte. Necesito que me pongas al día con tu nuevo trabajo.

—Pero te dije que es algo normal. Nada interesante.

—Aja, si —rodó los ojos y provocó una risa en el rubio—. Vamos a mi departamento, me debes una explicación acerca del chico que conociste.

—Ok vamos.

Los dos jóvenes se fueron a la puerta que estaba a unos metros de la del rubio. Ya dentro, el peli rosa le ofreció una copa de vino a Jimin, quien tomó asiento en el sofá de cuero negro.

—Ahora si, a relajarnos y a charlar —se cruzó de piernas al lado del menor.

El rubio sonrió y brindó con el peli rosa. —¿Y Nam, a qué hora llega?

—No debe tardar. Pero tenemos el tiempo suficiente para que hablemos abiertamente. Así que empieza Jiminnie.

—Ok ok —suspiró—. Creo que... me gusta mi jefe.

El mayor sonrió e hizo un sonido entusiasmado con su boca.

—¿Es en serio Jimin?

—Si. Pero... —volvió a tomar un trago—, él está casado, Jin.

El mencionado abrió los ojos y quedó boquiabierto por la confesión. —Wow, esa si que no me la esperaba.

—¡Ay ya sé! —cubrio su rostro con un cojín—. Se supone que yo jamás me debería de haber fijado en alguien prohibido.

—Tranquilizate Mochi —sobó la espalda del rubio—. No es cosa del otro mundo. Es normal. Y más cuando la persona está más buena que...

—Jin... —advirtió una tercera voz en el lugar—. De qué tanto hablan.

—Oh cariño —corrió al lado del moreno—. No te oí llegar —besó los labios del joven.

—Tal vez fue porque estabas perdido en tu plática —sonrió y se acercó al rubio, dándole un beso en la frente—, ¿Cómo estás Jimin?

—Bien Hyung —murmuró sonriente—. Qué tal tu día.

—¡Ay! Muy agotado —se tumbó en el sillón de la sala.

—Ahora te traigo una copa a ti también.

El peli rosa se disparó rumbo a la cocina y cogió la botella de vino tinto, lo sirvió en una copa y se la llevó a su esposo.

—Gracias princesa —recibió gustoso la bebida.

—Te he dicho que no me llames así —se quejó con una el ceño fruncido—. En todo caso, seré un príncipe.

—Pero si te gusta. Aunque no quieras admitirlo —el castaño sonrió y atrajo al peli rosa a sus piernas, donde el chico se sentó con los brazos cruzados y aún con el ceño fruncido.

Namjoon le dio un beso en la coronilla y Jin sonrió. El rubio los miraba enternecido por la escena llena de amor.

—Bueno, hazlo pero a solas y ya sabes en que momento —dejo salir una risita nasal al susurrarle aquello, y el contrario asintió entendiendo a lo que se refería.

El amor es de dos ~ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora