El amor es de dos ~ Kookmin

Five~Deseo

El momento había pasado muy rápido, ni siquiera el rubio sabía en qué momento se sentó en las piernas de Jeon. Ambos solo continuaban con el beso apasionado. Jimin rodeó el cuello del pelinegro con sus brazos, mientras éste lo sostenía por la cintura, Jungkook saboreaba el bálsamo de cereza del rubio inhalando su dulce perfume.

El beso fue descendiendo hasta el mentón del chico, bajo a su cuello y succionó la piel blanquecina, dejando unas marcas que se notarían. Jimin tenía los ojos cerrados y trataba de regular su respiración, los toques que le brindaba su jefe lo hacían delirar. Mordía su labio inferior para evitar gemir cuando las manos del pelinegro, comenzaron a acariciar su abdomen.

La sensación era maravillosa para los dos jóvenes, pero el rubio no pensaba quedarse atrás. Así que empezó a besar el cuello de su jefe y desabrochó torpemente la camisa, metió sus pequeñas manos y acarició los pectorales del hombre. A Jungkook no le quedó de otra, más que intentar proseguir con los mismas caricias que le daba el rubio, pero se le hacía difícil teniendo a Jimin tocando lo, por todas partes.

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Pov. Jungkook

Las manos traviesas de Jimin recorrían mi cuerpo sin ningún impedimento, yo solo quería brindarle el mismo placer. Fue por eso que continúe con mis besos en su blanca piel y me asegure de dejarle marcas. Sonreí satisfecho al oír sus gemidos y eso me calentó aún más.

Sabía que me arrepentiría, pero las ansias de poseer su cuerpo por completo me volvían loco. Entonces me arriesgue.

Lo tomé de las caderas y lo senté encima de mi escritorio, respire agitado y volví a besarlo, quedando entre sus piernas mientras alejaba las cosas que me estorbaban. Él se apoyo con sus manos en la madera y dejaba que yo, dominará el beso. Disfrutaba de sus gruesos labios, siguiendo con mis caricias por su parte baja, comenzando a desabrochar sus pantalones. Intrudocí mi mano y acaricie su miembro por encima de la tela de sus bóxers, oí un gemido agudo por su parte y eso me incito a darle pequeños movimientos circulares.

 
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Pov. Jimin

Si pagaré con mi vida por lo que estoy haciendo, acepto mi muerte gustoso.
Las caricias de mi jefe me están volviendo loco, sus manos hacen maravillas y su boca también, dejé que me acariciara a su merced y yo solo gemía por el placer.

Lo abracé por la espalda, para así poder sostenerme e incline la cabeza a un lado, dejando al descubierto mi cuello para darle más espacio y que el siguiera con sus besos húmedos. Por un momento lo sentí detenerse, me asusté, tal vez ya se había arrepentido. Pero no. Tomó con cuidado mi mentón para besarme desesperadamente, sus ojos solo reflejan el deseo que siente por mí, esas bellas pupilas dilatadas en medio de esas iris grises.

Pero mi estúpida moral me molestaba, esa vocecita de mi subconsciente gritaba que me aleje del señor Jeon, y sin estar completamente de acuerdo con ella, se que esto está mal. Con mis manos lo aleje, empuje su pecho y respire agitado. Tenía los labios rojos e hinchados y supuse que yo igual. Me miro extrañado y yo acomodé mi camisa y mis pantalones.

—E-esto, no está bien —hable apenado.

—Jimin... Yo.

No lo deje terminar y me levanté, tal vez me arrepienta después de haber parado esto, pero yo no pienso dejar que Jeon me tomé por el momento. No voy a arruinar un matrimonio, a pesar de desear a Jungkook.

—Solo, olvidemos esto —salí al decir esto, acomodando mi cabello revuelto y dirigiendo me a mi oficina.

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