El amor es de dos ~ Kookmin

Fourteen~ Tenerte

—Vaya, este lugar es hermoso.

—Perfecto para una noche especial.

—Pero... ¿No te preocupa que alguien nos vea en un lugar destinado para parejas?

—Dudo mucho que alguien me reconozca, nunca había venido aquí.

Jimin asintió y bajó la mirada para acomodar su servilleta, ese solo fue un fallido intento de ocultar su mueca. Aún tenía que esconderse para salir con Jungkook, y esa expresión fue notada rápidamente por Jeon.

—Ey, no te pongas así. No quiero que pienses que solo...

—No, Jungkook. Descuida, entiendo perfectamente —Jimin sonrió ocultando sus ojitos al igual que sus emociones que empezaban a ponerse negativas.

—Jimin, te prometo que no más escondidas, no más —tomó por encima de la mesa la mano del contrario—. Ahora estoy más que seguro que mereces todo lo bueno de este mundo.

—Oye, tampoco soy un interesado en esas cosas.

—Lo sé, y eso fue lo que más me gusta de ti. No me exiges nada material, solo un tiempo para ti. Y no, jamás pensé que te acercas te a mí solo por mi dinero.

—¿Y cómo puedes estar tan seguro? —el rubio alzó una ceja y Jeon no pudo evitar reír.

—Oh pues tus acciones no dicen nada de eso. Créeme que si fueras alguien interesado ya me habría dado cuenta. Con solo verte a los ojos me doy cuenta de tus sentimientos.

—Jungkook...

Jimin sonrió complacido al tener la mano de Jeon acariciando su mejilla, su corazón latía fuerte y su sonrisa mostraba la alegría tras escuchar esas palabras. ¿Por fin sería feliz de la manera correcta?

Tal vez sí, tal vez era tiempo de dejar el miedo y las inseguridades, de confiar en las palabras de Jungkook y todo lo que quería transmitirle con su tacto y acciones.

Solo y tal vez, ya no tendría que seguir reprimiendo lo que su corazón pedía con anhelo.

🫐

Mientras tanto, una peculiar cena familiar había salido todo lo contrario. La mujer de cabellos rubios se encontraba marcando una y otra vez el teléfono de su esposo, sin tener respuesta alguna.

—Rose, ¿lograste algo?

—Lo siento mamá, el teléfono sigue sin sonar —lentamente giró hacia sus padres, viendo con claridad el rechazo de su padre.

—No puedo creer que sigas así. Se supone que debes ser una buena esposa y ahora ni siquiera sabes dónde se encuentra tu marido.

—Creí que llegaría temprano, él me lo prometió. Lo siento papá, no quise que perdieran su tiempo.

—De que sirve eso, si hasta se nota que tú esposo es un irresponsable. Yo soy el primero que sabe que cuidar el negocio es lo más importante, pero estar atento a la familia también.

—Jungkook no es así, últimamente está llegando tarde pero e-es por el trabajo. Esta cerca de terminar su actual proyecto y eso lo tiene estresado.

—¡Excusa! Creí que veníamos por buenas noticias y nos terminas con esto. Creo que no hay nada más que hacer.

Su padre iba a levantarse para irse, pero Rose se negó y lo llamó nuevamente. No iba a desperdiciar el viaje de su padres.