Donde habita el olvido.

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Sentir que una vida se acaba

cuándo todavía no ha empezado,

hacer las maletas del olvido

sabiendo que no irán a ningún lado.

Porque donde habita el olvido

la desidia va a comisión,

y en la fortuna no encuentra envidia

sabiendo que así son las cosas

que ocupan al corazón.

Por saber sé y puedo decir

que la suerte no me presta lealtad,

de ser así las piedras del camino

no harían cola para hacerme tropezar.

Y por cada tropiezo

una lección de vida más,

cubriendo de un sabor amargo

mis, en busca y captura,

ganas de libertad.

En un soplo de oscuridad perpetua

es testigo de un ciego impulso

el deseo de una lágrima continua

fruto de un corazón sincero y absurdo.

flor de cactus, belleza entre espinas;

olor a lluvia, causa perdida;

oasis del desierto en un rostro malherido

que busca sin consuelo

la razón de su camino.

                                                            Pach.

Niebla en esencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora