Hyrule Warriors: After the Calamity (Historia Zelink)

Capítulo 8: La Espada y la Trifuerza del Valor

"Antes del tiempo, antes de que la vida y los espíritus existieran, tres diosas doradas descendieron desde una nebulosa distante sobre el caos que era Hyrule. Din, la diosa del poder, con sus brazos llameantes creó la tierra; Nayru, la diosa de la sabiduría, creó la ciencia y la magia aportando el orden a la naturaleza; Farore, la diosa del coraje, creó las formas de vida. Una vez completadas sus tareas, las diosas retornaron a los cielos, dejando tras de sí un legado: la dorada Trifuerza, tres triángulos sagrados. La tierra donde las diosas habían descendido fue conocida con el Reino Sagrado, lugar de descanso original de la Trifuerza, objeto capaz de conceder cualquier deseo a quien lo tocase. Cada una de las partes de la Trifuerza poseía una virtud de las diosas: la Trifuerza de Poder, la Trifuerza de la Sabiduría y la Trifuerza del Valor. Solo alguien con un corazón fuerte, habilidad innata y un equilibrio entre las tres virtudes convertiría en realidad su deseo, de otro modo, las tres partes de la Trifuerza se separarían". Una historia contada de generación en generación a las princesas de la familia real de Hyrule. Sin embargo, esa historia era de hace más de 10 mil años, pues Ganon encontró un modo de usar su poder sin necesidad de la trifuerza, de modo que su fragmento pasó a manos de la familia real. Años después, cuando el cataclismo fue sellado por primera vez, el portador de la trifuerza del valor y eventualmente de la Espada Maestra se vio cegado por la codicia y el poder, lo que obligo a la Espada Maestra a fusionar su poder con el de la trifuerza del valor para arrebatarle todo el poder a dicho portador. Al final, un extraño monje Sheikah se llevó a dicho "Héroe Corrupto" a los confines más profundos del Castillo para nunca más volver a ser vistos. Al final, quien poseía las trifuerzas de la sabiduría y del poder en ese momento se llevó la Espada Maestra y la resguardó en el Bosque Kolog creyendo que estaría más segura ahí que en el Templo del Tiempo. Fue en ese lapso de tiempo (cuando la Princesa de ese entonces tomó la Espada) en que la Espada Maestra entregó la trifuerza del valor a la Princesa, quedando la trifuerza completa en manos de la Familia Real de Hyrule. Los años pasaron, y la Espada finalmente encontró un nuevo modo de elegir a su portador: "Solo aquel que entienda el verdadero significado del valor podrá portar la hoja sagrada de la Espada Maestra"...

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Ira.

Ahora, era un buen momento para que Link comprendiese el significado del valor, pues en este instante solo ese sentimiento recorría su cuerpo. Pensar que todo lo que había vivido hace 1 año parecía volver a repetirse era más que solo frustración, era un sentimiento de fracaso. Tuvo que ver el Castillo caer bajo el control de Ganon, tuvo que abandonar a su rey para proteger a Zelda, tuvo que salvar a sus compañeros campeones de la muerte con ayuda de unos inesperados visitantes que venían del futuro, incluso tuvo que partir a Ganon en 2, todo eso... fue en vano. Ahora Ganon rugía ferozmente, queriendo anunciar a todo Hyrule que su era de paz había acabado, y que el cataclismo estaba de regreso... 10 mil años antes de los previsto. Link se sentía culpable, ¿por qué? Porque cree que esto se pudo evitar. En parte tiene razón, si no hubiese descuidado a Terrak cuando pasó su tiempo junto a Zelda, quizás esto no habría sucedido, pero la realidad era que el Centaleón iba a hacerse con el control del Guardián tarde o temprano. Después de todo, el resurgir de Ganon era otro imprevisto inevitable, por más que Link quiera negarlo y crea que se pudo evitar de una u otra forma. Ahora se encontraba junto a los campeones, al Rey Rhoam y a Zelda, en el laboratorio ancestral de Prunia y Rotver, intentando procesar TODO esto, y también intentando pensar un plan:

Daruk - Entonces... Esto es real, ¿cierto? De verdad está pasando otra vez...

Urbosa - Por más que me gustaría decir que no, lamentablemente todo es real