NaruSasu: Prohibidas Enseñanzas [AU]

Insatisfecho

La miró con desconcierto, su actitud lo había desencajado completamente, incapacitándolo para reaccionar adecuadamente.
Asimismo, cuando ella se alejó al cortar el beso, se llevó una mano a sus labios mientras con la otra se sostenía del borde la mesa que tenía a pocos pasos detrás suyo.

Y se hizo silencio. Incómodo y tajante.

—Naruto...—comenzó a hablar la mujer, saliendo del breve lapsus mental que también había sufrido —. Discúlpame, no fue mi intención ser tan atrevida...me dejé llevar. Perdón.

El rubio aún tenía la respiración acelerada pero intentó mostrarse lo más tranquilo posible. No quería hacerle sentir mal, después de todo sabía que ella no tuvo malas intenciones. Todo el mundo puede equivocarse o dejarse llevar por impulsos...

Ahora, él bien podría dar cátedra de ello. Este último tiempo se había vuelto de lo más impulsivo y osado. Aunque era el amor lo que actualmente le llevaba a actuar de ese modo.

—Descuida. Sólo...—hizo una profunda inhalación, soltando el aire —...no vuelvas a hacerlo.

—No lo haré —se mostró verdaderamente arrepentida.

—Es que verás...estoy pasando por un momento difícil —le explicó con voz tranquila —. Y no estoy para empezar ningún tipo de relación con nadie, ¿de acuerdo?

Mintió.

Tenía que hacerlo, no había mucha opción. No podía dejar que ella supiera acerca de su relación con Sasuke, eso sólo traería problemas en muchos sentidos, sobre todo para su vida profesional.

Ella asintió sin mirarlo, con sus pómulos enrojecidos. Se sentía avergonzada por haber sido tan atrevida, pero al verlo tan accesible, tan vulnerable, sólo sintió la atracción por dejar que sus instintos la dominaran.

Es que, ¿cómo culparla? Naruto era el hombre más guapo que había conocido jamás. Era fácil tentarse.

—Igual no te preocupes, seguirá todo igual entre nosotros, 'ttebayo.

—Bien...—se sintió más animada. Al menos no se había enojado con ella, así como tampoco la había considerado como una oportunista por anhelar estar con un hombre a punto de divorciarse, seduciéndolo y aprovechándose de su fragilidad emocional.

Ambos se sonrieron, hasta que de pronto, la fingida tos proveniente desde la puerta hizo que llevaran sus miradas en aquella dirección al mismo tiempo.

—Espero no estar interrumpiendo nada —habló Suigetsu con una pose relajada, recargando el peso de su cuerpo en el marco de la puerta.

Sakura se irguió rápido, aunque algo torpe, y buscó unas carpetas que debía llevar a la Dirección, intentando mostrarse lo más normal posible.

—Yo justo me estaba yendo —anunció, pasándole inocentemente por el costado al rubio para encaminarse hacia la salida.

—Adiooosss...—la voz de Suigetsu salió cargada de diversión y burla por haber hallado a dos profesores haciendo algo inadecuado en horario laboral. La pelirosa lo miró prepotente, pero sabía que tenía las de perder si le decía algo que le molestara. Así que, guardándose las palabras, acomodó su cabello y, con el mentón elevado, salió de la sala dando fuertes pisadas.

—Adelante, pasa...—le pidió Naruto, tomando asiento en el lugar donde anteriormente había estado tomando café, a sabiendas de que tendría que soportarle nuevamente. Sólo esperaba que lo que sea que Suigetsu quisiera transmitirle no fuera a extenderse demasiado.

El joven asintió e ingresó con actitud relajada y algo soberbia, sentándose sobre la enorme mesa que usaban los profesores, a poca distancia del rubio, a la vez que cruzaba sus piernas una sobre la otra.