Ojitos de alcancía [terminada]

九

Era viernes y del sábado pasado no veía al Jian, estaba acostada en mi pieza escuchando The neighbourhood y afuera llovía, el Wi-Fi estaba como las weas y sólo quería estar en mi cama envuelta en las sábanas.

Jian 🥠
en línea

crees que te dejen salir con
la lluvia? : (
18:12

como que igual se te extraña
por acá
18:13

La pensé, sinceramente no sabía si debía seguir relacionándome con él, planeo sólo dejarme llevar y ver que sucede.

Jian 🥠
en línea

Déjame preguntar
18:17

Llamé a mi mamá y le consulté, le dije que una amiga quería ir a tomar un café y me dejó, así que fui a cambiarme ropa y al salir tomé el paraguas.

A pesar de ser una llovizna ligera era algo seguido, no hacía frío pero el hecho de que cayera agua ya creaba un ambiente húmedo.

Al llegar me recibió una señora de edad, y de ojos achinados, por lo que supuse que sería su mamá.

—está cerrado señorita—me dijo y justo salió el Jian.

—Māmā ràng wǒ chūqù—dijo y yo quedé pal pico porque no le entendí ni camote.—Wǒ dài huì zài huílái, wǒ ài nǐ.¹

Salió por completo del local y abrió su paraguas para luego ponerse a mi lado, y empezamos a caminar.

—tu cara cuando hablé en chino fue muy graciosa—me miró sonriente y yo inconscientemente lo hice.—qué haz hecho estos días?

—nada muy interesante, la mayoría de mis amigos se fueron de vacaciones, y la más cercana que tengo es la que me llevó a tu local por primera vez—dije mientras miraba mis zapatos, agradecía que tuvieran plataforma, aunque al lado de Jian me veía igual de chica.—y tú?

—nada en particular, trabajar—respondió y llegamos a una pergola, en donde nos sentamos y se sacó la mochila que traía—te tengo un regalo.

De ella sacó un tipo de llaverito, el cual era como una telita con letras chinas y dibujitos.

—lo puedes colgar en tu pieza o ponerlo con tus llaves, es un amuleto de la suerte chino y me encantaría que tuvieras uno—me lo extendió en una bolsita y se lo recibí, guardandolo en mi bolsillo.

—muchas gracias Jian—puse mi cabeza en su hombro mientras movía mis pies, no alcanzaba a tocar el piso.

Él dejó su paragua a un lado y se sacó el poleron con la chaqueta que traía.

—qué haces?—le pregunté y vi como se puso de pie para prender el Spotify y empezó a moverse al ritmo de la canción que había salido, para luego subirle el volumen y dejarlo sobre la banca. 505 de arctic monkeys.

—sacate el poleron, deja el celular y el paraguas.—me pidió y vi como se dirigía hacia la lluvia, luego de hacer lo que me dijo, lo imite.

Al salir de la pergola las gotitas empezaron a caer sobre mi cara y parte de mi ropa, pero eso fue lo de menos cuando estaba bailando en una plaza a la chucha de mi casa.

Cuando el coro de la canción pegó ambos saltamos de la emoción y cantamos a todo pulmón, girabamos en círculos y no nos soltabamos las manos, nuestra ropa estaba mojada y seguro pescabamos un resfriado, pero eso no importó.

Era una sensación inexplicable, la cuál no quería dejar de sentir.

🌊

¹ Mamá voy a salir, vuelvo en un rato, te amo