Capítulo 9: Dulces recuerdos.

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Esa mañana todos despertaron exaltados y apresurados.

Chanyeol y Baekhyun, abrieron los ojos mirándose el uno al otro, bastante cómodos en sus lugares: con sus brazos entrelazados, al igual que sus piernas. Hasta que se dieron cuenta de la hora, y que iban tarde. Ambos tenían demasiadas llamadas perdidas de su familia.

Brincaron de la cama, mientras hacían un montón de ruido al recoger sus cosas y ordenar un poco el lugar, despertando de paso a sus siete amigos. Los chicos despertaron tomando sus cabezas con un dolor punzante, observando sus alrededores hasta recordar el día anterior y el próximo evento.

Baek y Chanyeol se despidieron de sus amigos y se apresuraron a la casa del castaño, donde éste se despidió del más alto, sabiendo que pronto volverían a verse, pero esta vez listos para ser esposos. Un matrimonio.

Baekhyun era ayudado por su madre y su hermana, mientras recibía un regaño por parte de su progenitora al hacerlos preocuparse por su paradero y por llegar tarde a un día tan importante. Su rostro estaba ligeramente maquillado, su cabello estaba peinado pulcramente, su traje estaba perfectamente colocado y su sonrisa iluminaba una habitación entera.

Chanyeol se cambiaba apresuradamente, escuchando de fondo los gritos de su madre, quien lo reprendía por su irresponsabilidad, pero al mismo tiempo ayudándolo con todo lo que pudiera. La mujer llevaba un vestido precioso y sostenía una caja con más valor que cualquier otra cosa, pero no refiriéndose a lo monetario, si no a lo emocional: los anillos que portarían su pronto esposo y él se encontraban allí, los cuales fueron especialmente escogidos por Chanyeol y mandados grabar con sus iniciales y una frase.

Él y su madre subieron a su auto y condujo hasta la iglesia donde se casarían, al igual que Baekhyun. Caminos distintos, pero un mismo destino.

Las personas que fueron invitadas a la boda iban llegando y tomando lugar en la pequeña, pero elegante capilla. Los amigos del par también hacían lo mismo, a excepción de los seleccionados para ser padrinos de los novios.

Sehun se encontraba parado a un lado de Chanyeol intentando disminuir el nerviosismo del castaño, pero este parecía que estaba a punto de hiperventilar.

—¿Dónde están los anillos? —preguntó Chanyeol, tomando de los hombros a Sehun y sacudiéndolo frenéticamente.

—Te lo repito por quinta vez, los tiene mi tía —respondió Sehun apartando las manos del contrario algo cansado y fastidiado de la situación.

—Cierto, no confío en ti.

—¡Hey! Amaneciste muy agresivo hacia mi persona —Sehun frunció el ceño, aparentemente ofendido, pero en el fondo le daba gracia el nerviosismo en el que se encontraba su primo favorito.

—No te ofendas, pero una vez llevaste a tu casa a otro niño en vez de a Jeonghan.

—Vestían igual, y volví a llevarlo de vuelta a la casa de la señora Choi —respondió, girándose cruzando los brazos al mismo tiempo que veía a sus pequeños sentados en una de las bancas junto a su esposo.

—Si no te llama la señora Choi para que le devolvieras a su hija tú no te das cuenta.

—Fingiré que no tuvimos esta conversación —Ambos se dieron cuenta de que la ceremonia estaba a punto de empezar. La familia de Baekhyun y el susodicho estaban presentes y listos para comenzar.

Chanyeol se balanceaba de un pie al otro, esperando a ver el bello rostro de su amado, apreciándolo momentos después cuando él junto a su padre ingresaron en el lugar. Los ojos del castaño centellaban de felicidad al presenciar toda la caminata que hizo el rubio hasta él. Tomaron sus manos y se dedicaron una mirada dulce y nerviosa, feliz, pero nostálgica. Toda esta situación había iniciado de una forma algo peculiar, pero agradable al mismo tiempo. Se encontraban agradecidos por haber llegado a esa situación, agradecidos con el destino y con ellos mismos. Por haber tomado las decisiones que creían correctas, por haber seguido el camino trazado por la vida. Por esa vida que les esperaba juntos.

¡Sorpresa! Bebé en caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora