Capítulo 19: Juntos.

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El sonido del teléfono despierta a la pareja, que por una vez en esa semana, había disfrutado de una noche completa de sueño. Bueno, no completa, pero sí la mayoría. Su querido frijolito se había despertado sólo un par de veces para pedir leche y el resto había estado profundamente dormido, lo cual alegraba al par.

Chanyeol movió su mano por sobre la mesita de noche a su costado, intentando encontrar el teléfono sólo con su tacto, porque no quería abrir los ojos. Una vez sintió aquel objeto cuadrado, lo tomó y acercó a su oído.

—¿Diga? —respondió, sin escuchar nada a cambio —. ¿Bueno?

Sin ninguna clase de sonido escuchándose del otro lado de la línea, alejó su móvil para ver que sucedía y casi rió de lo absurdo de la situación. Había contestado una llamada con el monitor del bebé, por eso no escuchaba nada del otro lado de la línea, porque no había una.

Ahora ya despierto buscó su teléfono en la mesita y miró quien había llamado. El nombre de Sehun se reflejaba en la pantalla, y maldiciendo bajo le regresó la llamada.

—Se te hace tarde, estúpido —insultó su primo una vez contestó —. Es la última vez que te ayudo en tus porquerías.

—Perdón, lo lamento. Donguk nos dejó dormir casi toda la noche, no estamos acostumbrado a eso —se excusó el alto.

—Me importa una mierda, Park Chanyeol. Tengo una hora esperándote, ¿y sabes qué? Te doy veinte minutos para que te arregles y muevas tu jodido culo hasta aquí antes de que me marche.

—Está bien, nos arreglo y vamos para allá —Ni siquiera recibió una respuesta, simplemente Sehun colgó —. ¡Carajo!

Chanyeol se levantó deprisa, haciendo varias cosas al mismo tiempo, incluidas el cambiar al bebé junto a él. Se despidió de su esposo, quien parecía no haber escuchado nada del ruido que había hecho, y se marchó.

Colocó al pequeño en el asiento para carro que tenía y condujo hasta el punto que había acordado con Sehun para verse. Al llegar, cargó a su hijo, posándolo en su cangurera y caminó en busca de Sehun, quien una vez lo vio, se apresuró hasta él para darle un fuerte golpe en uno de sus brazos.

—¡Ah! Eso dolió —exclamó adolorido el castaño.

—Te lo mereces, además tienes suerte de traer al pequeño Donguk contigo, sino te hubiera pateado tu plano trasero hasta verte caer —Chanyeol puso los ojos en blanco ante la respuesta agresiva de su primo hacia su persona, e inició el recorrido hacia su siguiente destino.

El tiempo había pasado volando y en estos momentos no podía creer que había pasado ya poco más de un año desde que se enteró de la existencia de su pequeño frijolito, y que estaba a punto de celebrar su primer aniversario con Baekhyun. Por ello le había pedido a Sehun su ayuda para pensar en regalos, planes y otras cosas más. Había conversado con Baekhyun sobre cómo festejar su aniversario y tomaron la decisión de pasarlo en casa, hacer una cena especial y después dormir toda la noche, porque había que aprovechar que ese día Donguk se quedaría con la mamá de Chanyeol y a ellos lo que les faltaba era una buena noche de descanso.

—¿Qué es lo que vas a comprar? —cuestionó Sehun al ver que Chanyeol sólo vagaba por ahí.

—No lo sé, quiero que sea especial, pero no sé qué hacer —respondió sincero, mirando a Sehun —. ¿Tú qué haces con Luhan en sus aniversarios?

—Mmmh, lo de siempre. Ya sabes: salir a cenar, pasear un poco y volvemos a casa para follar como conejos —mencionó, mientras miraba un punto fijo con una sonrisa, recordando sus pasados aniversarios —. En el último compré un traje de cartero, él uno de chica francesa e hicimos roleplay.

¡Sorpresa! Bebé en caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora