📱 JaeHyun 📱

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Las gotas de lluvia caen sin cesar, el sol aún está en el cielo, pero se ve opacado tras las nubes grises.

Lentamente algunas gotas se deslizan por la ventana de la habitación de YoonOh y él se encarga de fotografiarlas con su teléfono celular.

Amaneció como el día perfecto para ir al parque, tomar unas cuantas fotografías y disfrutar el resto de la tarde bajo la sombra de un árbol, pero el clima no está de su lado y se torna húmedo, triste y un poco gris a pesar del sol.

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La ciudad se ve pintoresca, la lluvia se encarga de limpiar las calles, los automóviles son menos frecuentes y unos cuantos paraguas se mueven de aquí allá.

YoonOh camina bajo la lluvia protegido únicamente por una chaqueta de mezclilla. Su cámara semiprofesional —producto de un trabajo de medio tiempo en verano— es su fiel amiga y acompañante para días solitarios como ese.

Divisa el parque y su cámara se encarga de guardar el bello paisaje en su memoria.

Un arbusto de azahares le da la bienvenida y YoonOh lo fotografía.

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La clase de geografía termina y es hora de receso. Se reúne con sus amigos frente al pizarrón de anuncios y están listos para deslumbrar al cuerpo estudiantil con su presencia.

— ¿No te cansas de tomar tantas fotografías? —Le pregunta DongYoung al menor una vez se acomodan en su mesa de siempre.

El aludido exhala y niega. — ¿No te cansas de tocar la guitarra? —Contraataca sin dejar de sonreír galante a la cámara del teléfono celular.

— ¿Quién lo entiende? —Pregunta para sí.

DongYoung desvía su atención de él y lo agradece por lo bajo, no le molesta la actitud del mayor, en lo absoluto, pero en días como esos —cuando tiene un mejor ángulo de lo usual— tiene ganas de noquearlo de un golpe.

Sus amigos siguen hablando; él termina su sesión de fotografías diaria y elige una al azar, no importa cuál elija, en todas se ve increíble.

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Los rayos del ocaso son la última fuente de luz en su habitación y la manera en que atraviesan el cristal de la ventana es digno de una fotografía.

Como es usual en él, le gusta mostrar lo maravilloso de la madre naturaleza rodeada por la intervención del ser humano plasmado en una fotografía y la publica en su perfil de Fasebuck; las notificaciones no se hacen esperar y él revisa cada reacción, lee cada comentario y responde a cada uno de estos.

Vagamente revisa sus publicaciones más recientes y se detiene en la de hace un par de días, en la fotografía de los azahares en el parque; extrañamente fasebuck le sugiere etiquetar a una persona, no es hasta que la aplicación le señala a tal persona en el fondo que se percata de su existencia ¿Quién es?

Enciende su laptop y desde la portátil analiza mejor tal imagen, hace zoom en la fotografía y se encuentra con una fémina, de la cual no distingue sus facciones con claridad.

La curiosidad se apodera de sus pensamientos e ingresa de nuevo a fasebuck, intenta usar la opción etiquetar, pero la plataforma no reconoce quién es.

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En los días siguientes la lluvia no termina, las gotas son pequeñas, casi como el rocío.

La curiosidad de YoonOh por saber quién es la persona en la fotografía no desaparece, aún no tiene pistas claras, pero por lo poco que logra distinguir se percata que es una chica más o menos de su edad, de ser así, ella debe ir a su instituto, pero ¿Quién es? Es imposible que haya tan siquiera una chica en el instituto que él no tenga en sus redes sociales, es decir, todas las chicas lo siguen ¿Y esta chica misteriosa no? Imposible.

The Mesmerizing Mermaid || NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora