Su destino es estar juntos, a pesar de las adversidades, su destino es amarse.
Porque la luz y la obscuridad también pueden llegar a estar juntos.
¦ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ, ɴᴀʀᴜsᴀsᴜ, ɴᴀʀᴜ; ᴛᴏᴘ sᴀsᴜ; ʙᴏᴛᴛᴏᴍ, ᴄᴀᴍʙɪᴀ ғᴏʀᴍᴀs.
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La noche se hizo presente en Winterthur, y con ella la partida del príncipe Naruto de regreso a Geraardsbergen, junto a Kakashi.
No podía esperar más tiempo, ni postergar su regreso, dejó el reino con malas noticias y temía regresar y enterarse de que la situación había empeorado.
Todo con Rasa había sido aclarado, no había nada más que hacer.
Su padre era quien tomaría la decisión al final.
—Príncipe Naruto, es hora.
Asintió en dirección a Kakashi, sin esperar más comenzó a caminar junto a él al salón principal del castillo.
El ambiente en el castillo parecía bastante hogareño, un tanto cálido, al estilo medieval. Sin duda un lugar acogedor.
—Tenemos que regresar antes del amanecer, en la carta su alteza parecía un poco apresurado —Naruto asintió, dándole la razón—. Es posible que no aguarden buenas noticias.
"Eso es lo que me preocupa."
Llegaron al salón principal.
—Príncipe Naruto, me parece un poco apresurada su despedida de nuestro reino —el tono descuidado de la reina no pasó desapercibido para Naruto ni Kakashi.
A Naruto no le agradaba en su totalidad la reina Karura; se trataba de una mujer un tanto soberbia y egoísta. No le sorprendería saber que ella fue quien le metió la idea a Rasa para que se apresuraran al tomar la decisión de querer que él marcara a Gaara en su celo.
—Me disculpo por mi pronta ida, pero mi padre me ha solicitado regresar lo antes posible al Reino —respondió con simpleza, no había poder que estuviera sobre las palabras de su padre.
Karura le regalo una sonrisa falsa, mientras caminaba hacia él.
—Espero pueda visitar a mi hijo con más frecuencia —sugirió, acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja—, solo como recomendación, Gaara se siente terriblemente solitario en su ausencia —agregó.
—Haré lo que me sea posible y prudente —contestó Naruto—Si no es él quien me lo pide, yo no vendré aquí, solo haré lo que mi prometido desee, en sus palabras —no dejaba paso a sugerencias.
No deseaba ser irrespetuoso con ella, pero debía dejar las cosas en claro antes de que tomarán atribuciones que no les correspondían, en situaciones como esa era su deber anteponer la seguridad de su pareja antes que los deseos egoístas de terceros. Fue lo que le prometió a Gaara, y él cumpliría su palabra.
