Estuve pensando si publicar esto era una buena opción, considerando que tengo que terminarlo. Al final creo que me guíe más por la nostalgia que por otra circunstancia. c;
Tardare un poco en continuar con el hilo de esta historia, pero tenerla publicada me dará un poco de presión necesaria para escribir.
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—Eres el mejor príncipe, así que llegarás a ser el mejor rey.
Los reinos siempre han sido perfectamente dirigidos por sus respectivas monarquías. Las decisiones son tomadas por el senado, un grupo de ancianos a servicio de su majestad, sometiendo a una democracia parlamentaria todo lo que representa un cambio para el reino.
El rey, quien es la máxima autoridad del reino, es quien tiene la última palabra, cualquier ley o decisión podrá ser revocada si él no está de acuerdo. Ellos son, de la misma manera, quienes tienen la responsabilidad completa de lo que pase internamente en sus reinos, y serán ellos mismos quienes asumirán total responsabilidad de cualquier altercado que llegase a suceder.
Los reinos han concretado que solo alfas sean quienes suban al trono, siendo estos, considerados más poderosos y lo suficientemente capaces de dirigir un reino. Los omegas son vistos como débiles, y ante tiempos bélicos, no necesitan la debilidad de la raza débil en el trono.
Si sus altezas reales llegasen a tener como primogénito a un beta u omega, es un hecho que no se asumirán como herederos al trono, y esperarían el tiempo que sea necesario, hasta que los reyes logren tener un digno sucesor alfa, para que este sea considerado heredero legítimo del trono, sin importar en qué línea de sucesión se encuentre.
Los reinos más poderosos según la historia, han sido aquellos reinos que cuentan con reyes destinados, refiriéndose así, que como el rey y la reina tengan un lazo inquebrantable de unión; uniéndose alfa y omega como destinados. Dicha unión, tiene que ser aceptada por los reyes y el consejo de la misma manera.
Aquellos alfas herederos que suban al trono tienen que tener la aprobación de su padre, el rey y el consejo, quien decidirá cuándo podrá subir al trono y realizar la tarea de suceder al rey.
Por esta razón, los príncipes alfas tienen una gran responsabilidad, y son educados desde su pronunciación para convertirse en un digno sucesor en un futuro.
Estos no cuentan con institutriz, como los omegas de la realeza, sino que son enseñados estrictamente por un maestro perteneciente al consejo, quien se encargará de enseñarle las reglas del protocolo, la historia del reino y lo generalmente básico a alguien perteneciente de la realeza. Más adelante, son dirigidos por el rey mismo, quien lo instruyen de los principios básicos del reino, las tomas de decisiones, y la muchas cosas más para poder dirigir el reino y lo que tiene que saber al inicio de su reinados Para finalmente, le sea designado un compañero, quien será su fiel compañero y guardián, protegiéndolo así de cualquier amenaza que tenga la intención de atentar contra la vida del príncipe.
Y aún contando con estos compañeros, los príncipes tienen la obligación de aprender a defenderse de cualquier amenaza, haciendo así que el pueblo se sienta protegido por el futuro rey.
Los omegas de la realeza es un caso completamente distinto a los alfas. Ellos comienzan a tener una institutriz a los trece años, quienes se encargan de enseñarles todo lo que un omega de la realeza tiene que saber. Son educados de forma amorosa por parte de su madre y rara ocasión de su padre, algo que los alfas no gozan.
Los omegas de la realeza, debido al hecho de que no ascenderán al trono, tienden a tener pretendientes para que sean desposados. En la mayoría de los casos, con un alfa de alta sociedad, que sea principalmente aceptado por ambos reyes y así tener la aceptación para poder desposar al omega, quien también tendrá que aceptar la unión. Si los omegas llegasen a tener un destinado de clase media o baja, será rechazado inmediatamente, y obligado a casarse con alguien de clase alta, sin importar la opinión que tenga al respecto.
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Uno de los reinos más poderosos y más bendecidos por la luna es el reino de Geeraardsbergen, lleno de prosperidad es considerado el más poderoso entre todos.
Geeraardsbergen era un reino que vivía con tranquilidad, gozando de una buena estabilidad, siendo protegida por el rey alfa Minato, quien dirigía con sabiduría y firmeza, viendo siempre por su manada, haciendo lo mejor para ellos.
Sus padres, Tsunade y Jiraiya dejaron el reino a su cargo, y él había cumplido su promesa, haciendo que se convirtiera en uno, sino el más poderoso.
Sus padres están orgullosos de él, de eso no había duda.
El alfa estaba casado con Kushina, una omega pura de tierras extranjeras perteneciente a una familia poderosa en su región. Su amada pareja destinada a quien conoció por mera coincidencia, y con quién pasaría el resto de sus días.
La pareja había dado vida a dos pequeños, poco tiempo después de que se enlazarán y sellaran su destino; Naruto y Deidara.
El nacimiento de ambos pequeños había sido una bendición de la luna. Sus padres y abuelos dichosos por su llegada al mundo. El consejo del reino no pudo estar más feliz, el primogénito era un alfa, un digno sucesor.
Y sin perder el tiempo, fue nombrado, a tan solo un mes de nacido, como futuro sucesor del trono, líder de la manada.
El príncipe Naruto fue criado de una manera estricta, nunca rebasando los límites, y dejando que, el aún pequeño príncipe disfrutará como cualquier otro. Era claro que el príncipe superaría las expectativas de todos, de eso no había duda.
Mientras que para el pequeño Deidara, se tuvieron que esperar años para que se supiera a qué casta pertenecía. Y cuando finalmente se pronunció como omega, el príncipe ya contaba con diez años, su educación ya había dado comienzo, y aunque lo normal era conseguir una institutriz en cuanto se diera el caso de que fuera omega, la reina se negó, alegando que ella enseñaría a su hijo.
Entre más crecían, más iban ellos mismos creando sus propias ideas y moldeando sus personalidades. Ahora, a la edad de veintidós años, no quedaba rastro de los dos pequeños niños que solían pelear y a veces jugar por las calles del reino.
Ahora solo había dos hermanos apoyándose en todo, a un alfa cuidando de cualquier peligro a su pequeño hermano, y a un omega adorando a su hermano, apoyándose el uno al otro. Alfa y Omega.
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El imponente reino de Anderlegtch era una majestuosidad, lleno de bendiciones gracias a la luna.
Era un reino grande, siendo dirigido por Fugaku Uchiha, el segundo heredero a líder y rey desde hacía ya muchos años. El alfa a pesar de todo, pudo sacar adelante al reino, formando lo que ahora es, y significa.
Junto con su esposa, Uchiha Mikoto, habían visto nacer a Itachi, su hijo primogénito, quien heredaría el mando del reino y de la manada. De la misma manera, años después, el mundo le dio la bienvenida a Sasuke, su pequeño hijo, quien ocuparía el puesto de príncipe y segundo heredero.
Ambos creándose de manera distinta, pero siempre siendo cuidados de la misma manera, compartiendo un lazo especial, y aunque su relación no fuera la mejor, ambos estaban para el otro, porque Itachi nunca dejaría desprotegido a su hermanito, y Sasuke siempre será el gran admirador de su hermano.
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Ambos separados por los reinos, unidos por el destino, siendo destinados, tan iguales y tan diferentes a la vez.
Pasando por ciertos obstáculos para poder estar juntos, sufriendo más de lo que una joven pareja debe hacerlo, amándose y respetándose.
Porque la luz y la oscuridad también pueden estar juntos.
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Es ahora donde me pongo a pensar en que estaba pensando exactamente cuando decidí ponerle esos nombres a los reinos. Definitivamente tenía mucha creatividad. c;
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ɪʀʀᴇᴍᴇᴅɪᴀʙʟᴇ ᴛᴇɴᴛᴀᴄɪóɴ | narusasu
Hayran KurguSu destino es estar juntos, a pesar de las adversidades, su destino es amarse. Porque la luz y la obscuridad también pueden llegar a estar juntos. ¦ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ, ɴᴀʀᴜsᴀsᴜ, ɴᴀʀᴜ; ᴛᴏᴘ sᴀsᴜ; ʙᴏᴛᴛᴏᴍ, ᴄᴀᴍʙɪᴀ ғᴏʀᴍᴀs.