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La velocidad que el general Neji llevaba era vertigosa

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La velocidad que el general Neji llevaba era vertigosa. No recuerda otro momento en que el carruaje fuera tan rápido.

Podía escuchar claramente el sonido del trote de los caballos, los jadeos cansados de los demás guardias, y también las silenciosas indicaciones que el general daba.

Todo opacaba el bajo sollozo del omega que acompañaba el general Neji, soltando pequeñas lágrimas en la espalda del contrario.

El único capaz de escucharlo esa su alfa, quien sentía las lágrimas en su espalda, y el dolor por el lazo que ambos compartían.

No podía pensar en nada más que en consolar a su omega y llevárselo lejos de cualquier situación que pudiera hacerle daño.

Lastima que no era tan fácil.

Al llegar a la entrada del reino, se vieron interceptados por guardias y algunos vigilantes en la zona, se sabía que la seguridad en Geraardsbergen habia incrementado mucho en los últimos días. Neji se encargo de hablar con ellos, e incluso mostrar la carta que el rey Minato habia enviado a su rey.

Nada ni nadie podía entrar o salir del reino sin que el rey lo supiera.

Una vez resuelto, la entrada se les concedió. Fueron escoltados hasta el castillo por algunos guardias. Era de madrugada, por lo que el reino estaba en completo silencio, una bienvenida bastante silenciosa en tiempos tan difíciles.

Sasuke a estas alturas se encontraba muy nervioso. No sabía donde estaban, su madre se encontraba en el mismo estado que él.

El general Neji dio la orden de detenerse al encontrarse frente a la puerta del castillo, también había guardias ahí.

Espero al rededor de diez minutos, para que el aviso de que habían llegado llegara al rey Namikaze.

Bajo de su caballo de inmediato en cuanto lo vio, con cuidado de que su omega no cayera y dándole la capa que tenía a él para que se cubriera del frío que azotaba la noche.

Lo vio salir del portón principal, seguido de dos guardias y un hombre de cabello rojizo opaco. Junto a los demás miembros de la tropa realizaron una reverencia, mostrando su respeto.

—Alteza —saludó, aún sin despegar la mirada del suelo.

—Gusto en conocerlo general Hyuga —saludó cortésmente.

Minato estaba muy cansado en los últimos días, y eso se podía notar en su aspecto; como rey, debía velar por su pueblo y su protección.

En otras circunstancias, no habría aceptado el brindar protección a una reina y un príncipe de otro reino, ni mucho menos advertir acerca de un peligro que si bien no era inminente, debían de tener en cuenta.
Pero debido al contexto que enfrentaban hoy como reino, se permitió regresar el favor que Fugaku le había hecho hace mucho, cuando eran jóvenes y ninguno de los dos estaban en el trono, cargando con cientos de vidas y un nombre que preservar.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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ɪʀʀᴇᴍᴇᴅɪᴀʙʟᴇ ᴛᴇɴᴛᴀᴄɪóɴ | narusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora