Las semanas pasaron, y ella seguía sin despertar, le habían dicho que era normal, aún así la culpa y miedo lo invadia en cada momento, pero no la dejaría sola en aquel hospital. Su prima y amigos, así como el padre de Tenten se habían ofrecido a cuidarla, pero él se negó rotundamente, los dejaba visitarla claro, pero él nunca sé alejaba de aquella habitación, sosteniendo su mano con la esperanza de ser a quien viera primero al despertar, solo salía para bañarse y cambiarse, de ahí, el hospital se había convertido en su casa.
—Ella sabe que estás aquí...— escuchó decir de Gaara, la persona que más la visitaba después de él mismo y el padre de Tenten.
—¿Cómo lo supieron?— preguntó por fin, desde que sucedió aquel desafortunado incidente había tenido esa duda, pero lo había dejado pasar hasta esperar que Tenten estaba fuera de peligro, solo era cuestión de tiempo para que despertara.
—Shion y Karin.— dijo el pelirrojo, supuso que era eso, aún así lo miró queriendo saber los detalles, lo que Gaara entendió de inmediato—. Sasori le había propuesto a Shion un trato, si lo ayudaba a vigilarlos y separarlos, dejaría el camino libre para ambos, Shion estaba obsesionada contigo...ella aceptó, pero se lo contó a Karin, quién no estaba muy de acuerdo con su decisión, al parecer había pasado por una situación similar con Sasuke y Sakura, pero había entendido que Sasuke nunca la querría y que era feliz con Sakura...así que se lo contó a Naruto y Nagato, y ellos se lo contaron a los demás...
—¿Y por qué nadie me dijo nada?— cuestionó Neji con molestia.
—No queríamos ponerte aún más carga, Shikamaru planeó todo, además Shion nos pidió no hacerlo, hablamos con ella y logramos hacerla entrar en razón, pero por alguna razón que nunca mencionó nos dijo que no accedería a ayudarnos si tú lo sabías, talvez aún sentía celos de Tenten y no quería que la miraras con lastima, no estoy seguro.
—Entiendo, prosigue...
—Ella nos contó todo acerca de Sasori, lo que pensaba hacer, especialmente sobre Hidan, ella sabía que Sasori lo había mandado a vigilarlos, sin darse cuenta los estuvo siguiendo en todo momento, siendo Deidara la persona que dispuso para que no notaran la presencia de Hidan, lo tenía todo planeado, pero no creyó que Shion lo fuera a traicionar, mostraba la misma actitud obsesiva por tí que él tenía por Tenten que creyó que era su aliada más confiable, ¿Quien lo diría no?.— explicó Gaara, Shion estaba loca, pero por lo menos aún tenía uso de razón a diferencia de Sasori.
—¿Y cómo está ella ahora?— preguntó Neji, por más loca que estuviera Shion, realmente estaba agradecido.
—Aunque el golpe en el estómago por parte de Sasori la lastimó no fue nada grave, además por su aportación para su captura la dejaron libre, después de eso supe que se había mudado, no dejó rastro, ni siquiera Karin sabe de ella, talvez se esté tomando un tiempo para reflexionar.
—¿Y Chiyo?— preguntó, sabía que la anciana había tenido mucho que ver, y era ella a quien más agradecía, sin su ayuda Tenten hubiera sido culpada con toda la familia de Sasori como su tío lo dicho, siendo que esos idiotas ya habían comprado una casa a nombre de la castaña, la habían obligado a firmar, todo bajo recursos lícitos.
—Sé que regresó a nuestra ciudad natal, Sasori fue trasladado ahí y al parecer no lo quiere dejar hundiéndose en su soledad, después de todo sigue siendo su nieto y aunque él no la quiere ver por ser la persona que entregó las pruebas para la captura de toda la familia, y ayudó a Tenten, ella no dejará de intentarlo, estar a su lado es lo único que desea.— dijo Gaara recordando la despedida de la anciana, pidiéndole que le entregara un mensaje a ambos castaños de su parte—. Por cierto, me pidió que te dijera que Tenten despertaría, y que por nada del mundo la dejaras ir, y que en muchas ocasiones ella mencionó lo mucho que te amaba.— una tenue sonrisa se asomó en sus labios, algún día iría hasta donde la abuela Chiyo se encontraba y agradecerle personalmente.
Después de un rato en silencio Gaara se despidió depositando un pequeño beso en la frente de Tenten, como lo hacía cada vez que se retiraba, para después dirigirle una tenue sonrisa al Hyuga y dejarlos nuevamente solos.
Aunque esa soledad no sería por mucho tiempo, después de un par de horas la puerta de la habitación se abrió dejando ver a la persona que menos creyó ver ahí, y que tampoco tenía muchas ganas de ver.
—¿Qué hace aquí?— preguntó con seriedad.
—Veo que está en las mejores manos.— dijo su tío con una tenue sonrisa.
—No respondió mi pregunta.
—Vine a ver como estaba...y a disculparme.— dijo Hiashi con seriedad, aún así Neji sabía que lo decía con sinceridad, pero la molestia persistía—. Sé que estás molesto Neji, no te culpó, después de todo te alejé de ella, debí ayudarte en lugar de prohibirte verla, además de que aún sabiendo que era inocente estuve a punto de hacer que la arrestaran también.
—No se lo hubiera perdonado...— soltó Neji con enojo.
—Lo sé, si no hubiera sido por Chiyo-sama, creeme que lo hubiera lamentado mucho y es por eso que quiero compensarlos de alguna manera, sé que no hay mucho que pueda hacer para que compensar el daño que les hice, pero quiero intentarlo.— Neji miró a su tío, se veía realmente arrepentido, así que se relajó y dejó salir un suspiro que había estado guardando por mucho tiempo.
—Solo quiero que no me vuelvan a separar de ella, es lo único que pido.— dijo el castaño observando a la chica en la cama, su tío asintió con una leve sonrisa—. Quiero casarme con ella, talvez no ahora, pero es lo que deseo.
—Tenlo por seguro Neji, ella será aceptada por la familia, además, en cuanto a los gastos hospitalarios, me encargaré de eso, sé que no ella y su padre no están en una buena situación, así que no tendrán que preocuparse por eso.— Neji asintió sin decir más, ya no había nada que discutir con su tío—. Me retiro, Hinata y Hanabi te traerán ropa y comida más tarde.— dijo el hombre para luego desaparecer de la habitación.
Neji sonrió un poco más animado, aunque él ya no pensaba alejarse de Tenten, le reconfortaba saber que no tendría que alejarse de su familia para hacerlo, estaban dispuestos a acompañarlo.