baile de la luna (segunda parte)

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La voz se me entrecorta y quedo en silencio, mi vestido se vuelve negro y mi piel cada vez mas pálida, mi cabello obscurece, mi mirada ya no ve nada mas lejos que mi ceguera de penumbra.

De repente veo una luz que me guía, me paro y mi cabello vuelve a arder en rojo. Eres tú... te veo algo perdido, pero mis intenciones no son buenas, yo quiero a mi luna otra vez iluminándome.

Camino lentamente a ti y tus ojos me captan, que bello eres... lastima que no eres el brillo de mi luna.

Te toco y me pierdo en la obscuridad, veo que volteas a verme y no me encuentras, no puedes hablar y rio. ¿Quién eres extraño de la obscuridad? ¿Acaso eres tú quien apagó mi luna? No se que intenciones tienes y me aterra. Quiero ver que haces para salir de esta obscuridad que me consume...

Me paro frente a ti y veo que mi luna aparece de a poco, pero no brilla tanto. ¿Eres quien envió mi Luna? Entonces bailemos.

Tomo tu mano y veo que quedas anonadado, quiero que tomes mi cintura con tus manos y demos unos cuantos pasos; quiero que hagas revolotear mi vestido como cual mariposa negra en su peor presagio. Demos unos cuantos pasos y bailemos un vals...

Tomo tu mano y la luz se hace naranja y nos ilumina a los dos completamente, mientras mi vestido se termina de tornar negro la luz se hace cada vez mas roja. No quería mirar, pero mi luna me lo impedía, la miré...

Hermosa, de un color Rojo sangre, bailamos unos cuantos pasos y me vi a trabes de tus ojos, mi cabello en llamas parecía estar y mis ojos llenos de intriga con un tono carmesí mirando a la Luna que llena de sangre estaba. Volví a mi cuerpo y tu cara era indescifrable.

¿Quién eres? ¿Buscamos a la misma Luna? ¿Eres mi Luna? Decidí mirarte a los ojos intentándote descifrarte, pero no me dejas leerte.

Miré a mi luna Roja y cerré mis ojos, empecé a guiarte en este baile, dando giros, retrocediendo y avanzando en cuatro compases completos mientras sentía que tus ojos se clavaban en mí. Seamos sinceros; no sabemos como llegamos aquí, ni que propósito tenemos, solo bailamos para la luna de sangre haciéndola contenta, te estoy usando para que mi luna vuelva tan solo a ser esa perla blanca que amo.

¿Eres tu mi luna? No paro de preguntármelo a cada instante. ¿Eres el hijo de mi amada? ¿Quieres que yo sea tu amante desquiciada? Quiero hablarte y lo único que me permite hacer este baile infinito es mirarte en silencio.

Luna, eres malvada.

De un momento a otro la Luz es blanca como mi suave seda que me cubre, no encuentro razón, pero seguimos bailando y pétalos rojos nos rodean. Miro tu rostro y por fin comprendo, estas sonriendo y dejo de bailar.

Al soltarte tu sonrisa empieza a desaparecer y la luz nuevamente empieza a enrojecer, tu mirada empieza a arder y en mi cuello invisibles cadenas siento, por fin comprendo, tu eres mi luna.

Me entra miedo y suelto unos pasos dulces para ti y una reverencia a tu ser; soy tu marioneta, tu esclava, tu sirvienta personal. 

DesahogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora