無制限 ⚣ Sin límites

¨̮ 🏷 다섯

— ¿Estás seguro que es aquí? — Preguntó Jeno dudoso; la última ubicación que tuvo de Yangyang fue en dirección contraria.

— Tu mismo viste en el sistema. Voltea a la derecha.

Jeno siguió la orden de su amigo, con un poco de duda.

— Deja de mirarme así hombre, no pretenderás que vayamos en el auto hasta donde tienen al niño.

Eso era cierto, si lo hacían solo alertarán a los que tienen a Yangyang.

— Así que aun te metes al sistema jackeando, creí que ya te habías retirado Taeyong, luego de lo sucedido.

Taeyong sonrío con suficiencia — hay cosas que nunca se olvidan, tu lo sabes Jeno.

Ambos bajaron del auto y fueron caminando hacia donde indicaba la ubicación del auto en el cual habían secuestrado a Yangyang, el auto al parecer era robado porque tenía una placa clonada, Taeyong había accedido a las cámaras de seguridad de las calles de la cafetería y los alrededores de la universidad, es ahí donde vieron como Yangyang fue metido en un auto, donde claramente se veía que estaba siendo amenazado con un arma. El auto tenía un dispositivo de GPS, por lo que para Taeyong fue fácil acceder y seguir la ubicación del mismo.

Vieron el lugar era una casa en mal estado, afuera había dos tipos, pero había dos autos y una camioneta 4x4, lo cual indicaba que los hombres adentro eran más.

— Como en los viejos tiempos — Dijo Taeyong sonriendo.

— No, sabes que nos superan en número.

Taeyong bufo, al parecer Jeno había perdido su toque; en el pasado ellos hubieran entrado librando una batalla campal; de algún modo entendía a su amigo, ahora tenía una responsabilidad de mantener al niño a salvo.

Yangyang se encontraba amarrado a una silla, con los ojos vendados y amordazado; él solo quería llorar y no encontrarse en esta situación.
Desde que lo interceptaron mientras iba a comprar a un minimarket que queda a dos cuadras de la cafetería en la cual se encontraba con Kun, todo se volvió como una horrible pesadilla de la cual solo quería despertar. Agradece que su amigo fue a la biblioteca y no lo acompañó y ahora está a salvo.

— El jefe se acaba de ir — dijo uno de los hombres, Yangyang estaba frustrado porque no podía ver, solo escuchaba a los tipos.
Mientras lo llevaron lo golpearon, también lo hicieron cuando llegaron al lugar en cual se encontraba.

— Sabes hasta cuándo lo vamos a tener aquí — habló otro de los hombres, no sabía con exactitud cuántos eran, solo se podía guiar por las voces.

— Hasta que obtenga lo que quiera.

Yangyang escucho pasos al parecer alguien estaba saliendo o entrando no lo sabía con seguridad, luego fue un caos total, se escucharon golpes y también sonaba como si fueran disparos; lo único que pensó es que se iba a morir, sentía su vida pasar como un en un segundo, ya no sentía la respiración. No veía nada solo escuchaba y jodidamente el necesitaba saber que estaba sucediendo, sintió un jalón en su cuello, pero la presión desapareció a los segundos, escucho un golpe, que claramente no fue para él.

— Yangyang, Yangyang — alguien le hablaba, no podía ver — vamos abre los ojos

— Jeno — Dijo con voz rota, el aún estaba aturdido por todo lo sucedido.

Su guardaespaldas lo desató de la silla, Yangyang no se percató en qué momento le quitaron la venda de los ojos y la mordaza; mientras trataba de enfocarse se dio cuenta que había dos tipos en el suelo sangrando y una persona más que estaba allí, no sabía quién era, no lo conocía. Llevó sus manos a su cuello una vez se sintió libre pero no encontró su cadena con el dije de su inicial de su nombre, otra vez se desesperó, él siempre lo lleva puesto es muy especial; así que se encontró forcejeando con Jeno y el desconocido. Por suerte en su desesperación se soltó y empezó a buscarla en el suelo, la cadena y el dije tenían que estar ahí porque él los llevaba cuando llegaron a ese horrible lugar.