Un Motivo Para Amarte

Capítulo 17: "Battlefield-Jordin Spark"

Capítulo 17

"Battlefield-Jordin Spark"

    Isabella se levantó, retomando el valor que había perdido al verse tan sumisa al no recordarse a sí misma. No, no podía seguir cometiendo los errores que había estado cometiendo. Lucharía para que su voz se alzase. No iba a casarse sin amor. No iba a dejar que sus sueños fuesen pisoteados al no ser lo que habían querido para ella. El hombre que amaba y amaría siempre le había escrito cada una de esas cartas mostrándole al ser de quien se había enamorado. Era su igual. Su complemento...

   El único con que el que deseaba labrar su futuro y el resto de sus sueños. Deseaba estar a su lado en esa labor que él había empezado sin ella.

   Entró en el despacho de su padre, mostrándose regía.

—¿Qué es esa forma de entrar sin pedir permiso? —le expresó su padre entre sorprendido y autoritario.

—La única que necesitaba para hacerle saber que no me casaré con Marcus...Y que me marcharé mañana a Estados Unidos, con o sin su autorización.

    Su padre se levantó airado tras su soberbia y falta de respeto.

—¿Y con que derecho te crees a interrumpirme con esa prepotencia? ¿Qué te ocurre, Isabella?... Jamás a desobedecido una de mis ordenes o decisiones... Has sido una hija obediente.

—Usted sabe que no es verdad...—espetó seriamente—. Usted sabe que rompí un par de reglas cuando decidí marcharme a Estados Unidos la primera vez. Y que, desde entonces, marqué un camino destino al cual usted tenía planeado para mí... Lo acabo de recordar todo... ¡Todo!

   Su padre no se inmutó tras aquello, sino que levantó una ceja, al sentarse de nuevo en su silla, mirándola con indiferencia.

—Entonces, no hay nada más que decir, sino que el tiempo ha seguido para beneficio de todos.

—Sabes usted que no es así... Por lo que necesito regresar a Estados Unidos. Y no le estoy pidiendo permiso. Solo lo estoy poniendo sobre aviso.

—¿Y que pretendes encontrar? —se sonrió con soberbia.

—A esa Isabella que perdí tras el accidente...

—¿No crees que ya es demasiado tarde?

—Para mí no...—informó con firmeza.

—Has lo que quieras... Solo recuerda que, si rompes de nuevo todo lo que he impuesto para ti, puedes despedirte de todo lo que conoces. Y no volverás a poner un pie en el país que te vio nacer. No, mientras yo viva. Estarás desterrada... Piénsalo bien, antes de salir por esa puerta.

—Ya lo pensé, y no hay vuelta atrás.

—Entonces, puedes despedirte de todas tus comodidades y estatus social, cuando cruces esa puerta para marcharte... Dejaras de ser mi hija.

—Lo comprendo... No le quitare más tiempo, excelencia. —se dio la media vuelta, sin perder el valor que había tenido al entrar. Se lo había esperado, no había más que expresar.

   Isabella tomó una de sus maletas y la empezó a arreglar con lo que más necesitaría en su nueva vida. Sin obviar esas cartas que la había ayudado a recordar. Ese día renunciaba a la vida de prestigio que había obtenido al nacer. Y no había arrepentimiento en su corazón... Solo un inmenso sentimiento de paz y tranquilidad. Aquella que una parte de ella siempre había añorado cuando desconocía la verdad.

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Hola de nuevo queridos lectores, sé que no es mucho, pero estoy intentando recuperar la inspiración y me obligué a escribir un poco. Me gustaría conocer su opinión... Gracias por sus votos, lecturas, comentarios....