Capítulo 10

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No voy a mentir eso de que el lunes empezáramos a primera hora con anatomía no era lo mejor del día y sobre todo cuando era lunes, era un cúmulo de malas condiciones.

Llegué un rato antes de que comenzara la clase, me conozco y si digo que tengo tiempo para llegar a clase después llegaba tarde, así que había decidido que este año para cambiar esa mala costumbre y comenzar a llegar pronto a todos los sitios, sabía que además Lucía me lo agradecería mucho.

Solo estábamos una chica y yo en clase pero poco a poco empezó a llegar gente, a algunos se les notaba el paso del fin de semana en la cara, un par de ellos incluso llevaban gafas de sol para tapar los daños.

Mientras observaba la gente que entraba en clase noté un movimiento a mi lado, era un chico que se había sentado en la silla de mi derecha, llevaba gafas de sol también, tenía el pelo revuelto de un color que me costó un poco reconocer, tenía pinta de ser castaño pero a a vez también pelirrojo, la luz que había no me permitía reconocer correctamente el tono.

Sacó un cuaderno de su mochila, le abrió y a continuación cogió un bolígrafo de su estuche para ponerle un lado, de un momento para otro se giró hacia mí bruscamente y me dio un susto tan grande que pegué un grito, el cual hizo que toda la gente de la clase se me quedara mirando.

El chico seguía riéndose a carcajada limpia mientras yo intentaba recuperar mi ritmo cardíaco normal.

-¿Te parece muy gracioso verdad? Pues a esto se los llaman sustos de muerte y por lo que su nombre indica me podría haber muerto.

-Lo siento, es que no dejabas de mirarme y quería darte un pequeño susto, no creo que haya sido para tanto.

-Pues si que lo ha sido- dije cabreada girándome bruscamente hacia el frente.

-Por cierto, que te parecía tan interesante de mí que hiciera que me miraras tanto.

-Es increíble que intentes mantener una conversación conmigo después del susto que me has dado.

-Ya he dicho que lo siento, creo que este será mi sitio ya por lo que queda de año así que será mejor que nos llevemos bien, ¿te parece si nos presentamos y después ya decides si te caigo mal o no?

-Está bien- le dije mientras me giraba a mirarle- me pareció interesante como estabas colocando todas tus cosas.

-Es una pequeña manía que tengo desde que era pequeño, no me juzgues- dijo mirando hacia sus cosas.

-Ser organizado no está mal- le contesté con una sonrisa.

-¡Buenos días señores y señoras!- gritó de repente  el profesor de anatomía provocando un silencio total debido a su presencia.

-Veo que el paso de este fin de semana ha dejado una buena huella en vosotros, siento deciros que me gustaría que os quitarais las gafas, no quiero que os quedéis dormidos en mis clases, son muy interesantes no las desaprovechéis.

Y como el dijo todo el mundo se quitó las gafas de sol sin rechistar, incluso el chico de mi derecha se las quitó, lo que me dejó apreciar sus ojos de un color azul clarito muy llamativo.

-Bonitos ojos- le dije 

-Muchas gracias señorita- me contestó con una sonrisa.

-Bueno estudiantes, creo que es hora de comenzar con la verdadera anatomía- subió la pizarra digital que estaba tapando la pizarra normal donde pudimos ver una rana mostrando todas y cada unas de sus partes dibujadas y correctamente señaladas en ella- espero que os guste este dibujo, es obra mía.

Toda la clase continuó bastante animada, como el nos había dicho quería que participáramos y así fue, todos y cada uno de nosotros estuvimos seguramente más atentos que en toda nuestra vida, y lo todavía más increíble es que el profesor se sabía todos nuestros nombres y apellidos, cuando un chico le preguntó el dijo que era lo justo ya que nosotros desde el primer día teníamos q saber el suyo, se que había prometido que no me iba enamorar pero creo que ya lo estaba de esa clase.

¿Destinados al fracaso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora