Cuando Seokjin encontró aquella irrelevante publicación de Instagram, él no tenía idea de que terminaría obsesionándose un poco.
Bueno... Tal vez obsesión sea una palabra un tanto fuerte, sin embargo, de un momento a otro, y sin saber bien cómo suce...
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Como ALGUIEN había roto ACCIDENTALMENTE su maquinita para preparar merengue, Seokjin se encontraba elaborándolo él mismo a mano, batiendo y batiendo a lo bestia, a lo salvaje, a lo inhumano.
Ciertamente era una tarea bastante tediosa, y más teniendo en cuenta que necesitaba preparar una cuantiosa cantidad para unos postres que le había prometido a Jungkook, pero bueno, era por una gran causa, además, sus bíceps se verían beneficiados por el esfuerzo.
El menor estaba a punto de celebrar su segundo aniversario de noviazgo con Taehyung, y por ello quería prepararle una sorpresa. Para no levantar sospechas, le encargó a Jin una serie de cosas, entre ellas algunos aperitivos, que le consiguiera una botella de vino, condones y un traje mitad-mitad (no sé cómo se llamen XD) parecido al que usó la Jisoo de Negro-Rosa en "Kill this love" porque según él, lucía ✨D I V I N O✨
Lo perturbador del asunto, era qué utilización pretendía darle...
Mejor ni preguntar.
El entrecejo de Seokjin se encontraba notoriamente arrugado mientras trabajaba en función de eso, y cualquiera hubiese pensado que se debía al nivel de concentración puesto en la tarea, sin embargo, no era precisamente ese el motivo de que estuviese tan pensativo.
Sí, como debéis suponer, se debía a cierta lista endemoniada.
Y es que su entusiasmo inicial había terminado mermando un poco. No lo malinterpreteis, seguía muy dispuesto a marcar y pintorretear todos los puntos, no obstante, no sabía cómo.
Es decir, la mayoría de ellos solo podían llevarse a cabo por decisión de Namjoon, por propia iniciativa de este, lo cual lo dejaba a él en una posición de espera.
Se sentía impotente porque no podía hacer nada, y encima estaba el hecho de lo ocupados que solían estar ambos. Trabajar en un bufete de abogados llevaba muchísimo esfuerzo y sacrificio por parte de Nam, y ya todos conocemos cómo de ajetreados eran los días de Seokjin.
Lo peor era que cuando estaba con el moreno, o sea, haciendo algo particularmente con él: saliendo juntos, comiendo, teniendo sexo, o cualquier cosa de esas, olvidaba completamente la publicación. Era totalmente lógico, si pasas poco tiempo con el chico que te gusta, lo que más vas a querer es aprovecharlo al máximo y no darle vueltas a nimiedades.
Y como él era tonto, eso lo frustraba más.
En fin, el pelinegro estaba teniendo una de las mayores y absurdas crisis existenciales de toda su vida batiendo claras de huevo.
Recasual.
He aquí el claro ejemplo de que las más grandes reflexiones siempre llegan cuando estás cocinando o limpiando la casa.
En vez de seguir frustrándose, comenzó a pensar en distintas opciones. Por supuesto, no le podía contar a Namjoon que estaba poniéndole a prueba por un post que se encontró en instagram, pues sería básicamente hacer trampas, y además, no sabía si Nam se lo tomaría bien. Nop, eso ni siquiera se encontraba en consideración.
