Capitulo 10

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Que cagada la mía

Después de haber pasado esa tarde con Meg, después de esas miradas entre nosotros y la inevitable atracción que sentíamos el uno por el otro, no pude dormir, no paraba de pensar en ella. Hoy quería verla de nuevo y decirle que estuviéramos juntos, formalmente que ella fuera mi mujer y yo fuera suyo, pero no sabia como hacerlo, yo no era un romántico como los tipos que la habían pretendido antes.

La tenia difícil pues en comparación Josh le dedicaba canciones, le compraba vino y flores, era atrevido en la relación para llevársela sin su permiso a donde el quisiera y hacerla vivir aventuras locas que a la final salian bien. Y ni hablar de Piero, el hombre de los regalos costosos, viajes costosos, el incondicional, el hombre de un millón de dolares como le decían ella y Rose.

En cambio yo un reprimido en el amor, no se como conquistarla, no se como planificar cosas imprevistas, me da temor que no le guste la idea o simplemente me este pasando de la raya con ella y me saliera mal el plan. muchas veces e querido pedirle ayuda a Rose pero ella es, ya saben como es Rose, que miedo que se le ocurra una de esas locuras y no poder decirle que no.

Que cagada la mía, pleno siglo 21 y yo no se como declararme al amor de mi vida, no se como conquistarla, no se como hacerlo, así de sencillo, pleno siglo 21 y sigo siendo el mismo chico tímido de siempre, solo demostrándole a Meg que tiene mi confianza y amistad, pero es que me pongo tan nervioso cuando la tengo cerca, a veces me da miedo que note que la estoy observando, le e demostrado mi interés por ella a través de mis acciones pero parece que no es suficiente.

Feliz y decidida Dulce Desastre IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora