Llego el gran día y...
Demasiadas personas juntas en un solo lugar.
Creo que en ninguna otra noche me he bebido tantas copas de champan tan seguidas para poder sobrepasar cada entrada a este lugar. Primero la indeseable familia Wetterberg, todo el desfiles de las tontas de sus hermanas, la única que me ha sorprendido por detrás con un abrazo y una hermosa sonrisa ha sido Judith, al momento fue incomodo pero sé que ella lo hace de corazón, aparte de Eliot ella también es diferente al resto.
Cuando pensé que todo iba a estar bien Josh Wetterberg ha hecho su entrada inesperada al salón, después de asegurarle a Eliot mas de mil veces que no venia, parece que a última hora ha decidido venir, no puedo negar que se ve ¡Woo! igual que siempre, su estilo rebelde y desenfadado me ha robado el aliento, ha entrado nervioso, lo sé porque como siempre sus labios tiemblan ante una situación que le incomoda, me sonríe de lejos y su sonrisa tiembla junto con él, observo que aunque Rose está un poco reacia acepta su abrazo y le recibe una caja pequeña con un lindo lazo que ha traído como regalo para los recién casados.
Observo la cara de Alex que está a mi lado y sus cejas parecen querer juntarse en una sola, pasa la mano por su cabello y su rostro de porcelana se ha puesto roja como una manzana, vaya que es incómodo para todos nosotros, en mi caso no se qué hacer, si dejar que venga a saludarme o escabullirme entre la gente para evitar el encuentro, aunque la segunda opción es la que quiero tomar, mis pies se niegan a moverse del suelo, estoy congelada y mi cuerpo no reacciona, parece que voy a deshacerme como Roger Rabitt pero lucho contra todos mis músculos para mantenerme en pie, cuando veo que Josh viene hacia donde estamos Alex y yo.
—Mejor me retiro —escucho a Alex decir con rabia profunda— No seré yo quien le arruine la celebración a Rose.
—Alex, No— le ruego pero se va de prisa evitando toparse con Josh, en ese momento decido escapar pero ya es demasiado tarde, pues él ya está frente a mí.
—Hola.
—Hola.
Mirarnos a los ojos duele, no como antes pero igual no me gusta este sentimiento.
—¿Como estas Megan? sobra decir que te ves hermosa y que luces espectacular —se ríe con su sonrisa de chico malo y prosigue —aunque si te soy sincero nunca imagine verte vestida de dama de honor.
—¿Te burlas de mi? —le digo con enfado, pero recuerdo que este siempre ha sido su juego, así entro en su jugada jurando ganarle.
—No ¿Cómo crees? No haría semejante cosa contigo.
—Mas te vale, no querrás salir de aquí estropeado.
—Que miedo —sin darnos cuenta estamos los dos riéndonos como si fuésemos grandes amigos.
—¿Y tu llavero? Perdón ¿tu novia?
—¿Novia? Creo que a la única mujer que le di ese nombre fue a ti. Del resto no sé lo que es eso, mi amiga Thiana te manda saludos, pero no quiso venir.
—¿Nuestra amiga? Jajajaja pues no habrá saludo de vuelta, así que paloma mensajera has perdido tu trabajo.
En realidad no se cuanto tiempo pasamos hablando Josh y yo, se que al poco tiempo nos sentíamos cómodos el uno como el otro, hablando de trabajo, de la radio, de las cosas que le habían ocurrido a Josh durante su secuestro, supongo que eso es lo que sucede cuando dos personas que estuvieron juntos alguna vez, superan los hechos y ya no hay nada en el corazón que estorbe. Hicieron el llamado para que los novios bailarán su canción favorita con sus familiares y amigos.
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Feliz y decidida Dulce Desastre III
RomansaSinopsis Megan se ha encontrado con otra pared a su paso, cuando había decidido decirle a Alex lo que sentía por él no pudo hacerlo, sin embargo esta vez decidirá pelear por lo que quiere, es notable que ha sido muy paciente y a aceptado con mucha f...