Capítulo 18: El fin de una era.

1.3K 103 11
                                    

Le tomó un tiempo acostumbrar sus ojos a la luz. Su mirada se posó en una pequeña trenza rubia y preocupados ojos azules. Obi-Wan parpadeó al reconocer a Anakin, el joven padawan de su antiguo maestro y su amante. Después de un rápido vistazo a su entorno, se encontró distinguiendo una habitación en los Salones de los Sanadores. Estaban solos.


- Hey, hola - susurró Anakin suavemente, acariciando su mano, llevándolos a sus labios para besar sus dedos tiernamente.

Obi-Wan sintió que su corazón se hundía y el sentimiento de amor que tenía por el más joven se intensificó. Ser el centro de atención de Anakin era mucho más agradable de lo que parecía. Por lo general, cuando estaba herido, nadie se demoraba junto a su cama, nadie tomaba su mano de esa manera. Tenía amigos en Naboo, por supuesto, pero su relación nunca había sido más fuerte que con Anakin.

- ¿Cómo te sientes? - preguntó al ver que el senador no decía una palabra.

- Me siento... como si me hubiera atropellado un bantha - susurró Obi-Wan con una media sonrisa.

- Estaba tan preocupado, lo siento mucho - dijo con mirada apenada -. Obi, estabas herido… No podría protegerte, si hubiera tenido más cuidado…

- Detente, estoy aquí, me protegiste, mataste a Jango Fett… Es solo una herida insignificante.

Fue allí donde luego recordó las circunstancias de su condición. Vagamente recordaba haberse derrumbado, haber perdido mucha sangre, luego... nada, era un borrón total, antes de despertar aquí.

- ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

- Yo diría que al menos 24 horas estándar, te quedaste mucho tiempo en un tanque de bacta, luego los sedantes hicieron su trabajo. La Maestra Che dice que si el Maestro Qui-Gon no hubiera realizado primeros auxilios, no habrías sobrevivido - terminó con la voz quebrada el más joven.

El senador fijó su mirada en los rasgos angustiados y las lágrimas de Anakin. Solo podía comprender su dolor. Entonces, casi muere, pero gracias a Qui-Gon, se había salvado. Para tranquilizar al pobre Padawan, levantó la mano para acariciar las mejillas húmedas de su amante, quien se inclinó para hacérselo más fácil.

- Estoy vivo y eso es lo que importa, Anakin - susurró con ternura.

- No sé qué hubiera hecho, si te hubiera perdido… el mismo día que a mi mamá, no podría haberlo tomado, Obi, no podría haberlo hecho - sollozó derrumbandose al fin.

- Oh… Ani. 

Obi-Wan usó la Fuerza para aliviar los pocos dolores que se apoderaban de sus extremidades y se enderezó a pesar de las protestas del joven al ver que quería levantarse. Como pudo, abrazó a este último, obligándolo a llevar su oreja a su pecho, para hacerle escuchar los latidos de su corazón.

- Escucha, estoy aquí, vivo y bien, contigo, así que... por favor, Ani, cálmate. No quiero ser la causa de tu tristeza. 

El aprendiz de Jedi cerró los ojos y trató de calmarse. Obi-Wan le envió ondas de Fuerza llenas de amor que de repente lo relajaron. La calidez de su cuerpo, el sonido de los latidos de su corazón y la mano que le acariciaba la espalda, le quitaron toda la angustia que había podido cargar en sus últimas horas.

Después de un largo silencio, Anakin se apartó lentamente del abrazo pero mantuvo el contacto físico con el paciente, apretando las manos de Obi-Wan entre las suyas.

- He pensado mucho y estoy convencido de que debemos casarnos - Anakin dijo con seguridad.

- Anakin... no sé si...

El Negociador (AnaObi) [Traducción]<Hal>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora