Capítulo 4.

341 42 3
                                    

POV Eva.

Me despierto de golpe por culpa del sonido espantoso del despertador. Voy a tener que cambiarle el tono ya que llevo con el mismo 3 años, y cada día le tengo más asco sin duda.

Me dispongo a vestirme, como ya van a ser todas las mañanas.

7:46, mierda.

No me da tiempo a una ducha así que voy al baño a lavarme la cara y empezar una nueva rutina.

Bajo ya vestida y aseada hasta donde están mis padres y mi hermano esperándome.

– ¿Listos? Vámonos.

Me subo al coche y me pongo uno de mis airpods, hasta que una voz me interrumpe.

– ¿Te cayeron bien ayer los hijos de Óscar y Sandra? – Dijo mi padre mirándome a través del espejo.

Deducí que Óscar y Sandra eran sus jefes, así que asentí, claramente mintiendo.

– Sí, no estuvo mal...

– La verdad es que no. – Añade mi hermano, quien claramente tuvo una noche de lenguas.

Se me olvidó preguntarle a Samantha que pasó con él, así que hoy será el día.

Llegamos al poco al instituto, me despido de mis padres, de mi hermano y me dispongo a ir a mi clase a paso rápido ya que llego tarde.

Entro a clase, aliviada al ver que no hay aún ningún profesor y dejo la mochila sobre mi mesa, observando de reojo a Hugo, Anaju y al chico con rizos.

– Buenos días, tapón.

Uf, ya empezamos, esa voz que no para de retumbar en mi cabeza durante todo el día.

Me limito a ignorarlo y me acerco a la mesa de mi amiga rubia, quien me sonríe.

– ¿Ayer con mi hermano qué? – Digo, riéndome y dándole toquecitos con el dedo índice por el hombro, a lo que ella se ríe.

– Pues bastante bien, tía, nos acabamos liando pero ya está.

– Como si te lo quieres quedar, te lo envuelvo y para tí, eh.

– Sí, claro, algo malo tendrá. – Me río junto a ella de su comentario. – Oye, el viernes vendrás a la fiesta en mi casa, ¿no? Mis padres trabajan y tenemos casa sola. Tu hermano desde luego que va.

– ¿Ves? Hermanos para esto, para que cuando haya fiesta, ni te avisen. – Río y niego – Qué va, qué va, lo dudo.

– ¿Por qué no? Así conoces a gente, y te vas abriendo más con todos.

– Pf... Bueno, venga.

– Bieeen, ts, ¿y tú con Hugo ayer?

Uf, ha sido oír el nombre y darme arcadas internas.

– Me mandó básicamente a que me follen, que estoy muy amargada, para que veas.

– Wow, que graan comienzo.

– No, exactamente no ha sido ese el comienzo, fue...

La voz del profesor interrumpe la conversación con Samantha.

Le hago un gesto de "después hablamos" y me siento en mi sitio, volviendo a soportar las pataditas del rubio contra mi silla.

.

Terminan las clases y me dispongo a recoger, y para variar, quedo la última.

– Te espero afuera, Eva. – Me dice Samantha, a lo que yo asiento y miro al rubio sentado justo detrás mía.

– ¿No te cansas de tocarmelos? Pregunto.

– Estás graciosa cuando te enfadas, se te hace una arruguita más mona.

Frunzo el ceño al oírlo.

– Ese va a ser el mayor halago que voy a oír de tí, así que gracias supongo. – Me cuelgo la mochila de un hombro y me quedo mirándolo.

– Digamos que es porque tu quieres. – Se levanta, sacando un cigarro del paquete Malhboro.

– ¿Porque yo quiero?

Él asiente colocándose el cigarro en la boca. No voy a engañar, se ve bastante sexy de esa forma, pero no quita lo gilipollas que es.

– Si fueras más receptiva, quizá me portara mejor, pero, ¿sabes qué? Me gusta lo difícil.

– No te lo estoy poniendo difícil por ningún motivo en especial, no soy una más de tus presas como Anaju y miles más que habrán caído. No soy tan imbécil. No necesito tus halagos. Y ya, esta conversación ha terminado.

Me giro y me marcho, oyendo una risa de fondo, niego y me dirijo a la salida.

Me hierve la sangre muchísimo, consigue sacarme totalmente de mis casillas y me puede muchísimo. Qué impotencia.

Me voy con mi amiga rubia.

– ¿Todo bien? Has tardado y ya iba para adentro.

– Sí, sí, tu hermano que a veces me pone muy nerviosa.

– Ya, gilipollas una vez más, ¿no?

– Es gilipollas siempre, así que sí.

– En el fondo, te juro que es un amor, solo que le gusta ser así.

– Le gusta ser el centro de atención, y lo siento porque es tu hermano, pero uf, entre él y su "novia", me ponen nerviosa en clase.

– ¿Mi hermano con novia? – Niega rápidamente. – Anaju ni le gusta ni nada, es simplemente un juguete sexual o un lio, yo creo que está por pena básicamente, pero no son nada.

– Me da igual lo que sean, son imbéciles los dos y eso no lo puede negar nadie.

Ella asiente entre risas y salimos de la zona.

Le indico a mis padres que me esperen y miro a Sam.

– Anda... Me voy yendo, te cuento por teléfono ya las movidas.

Ella asiente y se despide de mí.

– Nos vemos, guapa. – Me besa la frente, a lo que yo sonrio dandole un beso en la mejilla y entro al coche.

– ¿Qué tal ambos? – Dice mi padre empezando a conducir.

– Pues bien, adaptandome bastante – Sonríe mi hermano y yo asiento.

– Yo igual.

Mentira.

La única amiga que he echado ha sido Samantha, puesto que mis compañeros de clase son un poco... mejor no decirlo.

Aún así, Sam me va a presentar el sábado a varios amigos, dice que son majos así que sin duda voy a confiar en ella.

Aunque no me hace mucha gracia estar en el mismo recinto que el rubio, pero bueno, es lo que toca.

_________________________________

Y aquí teneis un capítulo más relajadito :)

El de la semana que viene ya habrá mas acercamiento, y habrá salseillo en nada, hay que tener paciencia.

Ya sabéis lo de siempre, cuanto más votos, antes subiré el siguiente.

Osk <3

LIMERENCIA || Hugo y Eva.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora