Capítulo 48 Sorpresa

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/*Del 24 al 26 de diciembre de 1842*/

Ya todos se habían retirado a dormir Anna, Kristoff y Elsa caminaban lado a lado al salir de la biblioteca.

- "¿Está bien si volvemos a dormir en nuestro cuarto?" preguntó la princesa viendo a su hermana

- "Si, creo que ya no volveré a congelar el pasillo" contestó Elsa guiñándole un ojo

- "Así parece, te ves muy tranquila"

- "Me siento en paz"

- "¿Qué cambió?"

- "Nada, ¿recuerdas ese sentimiento que te expliqué el día de mi cumpleaños?"

- "Si"

- "Pues es igual, paz en medio de la tormenta"

- "Y esta vez ¿por qué?"

- "Me di cuenta de que había perdido de vista lo más importante"

- "Explícate"

- "Todo vino a mi después de nuestra platica en el establo, ¿recuerdas lo que aprendimos esa primera navidad que pasamos juntas? ¿Cuándo estábamos buscando nuestras tradiciones?"

- "Si" contestó Anna ladeando la cabeza con curiosidad

- "Pues eso, me doy cuenta de que lo tengo todo si tú estás junto a mí, todo lo demás es un extra. Todas mis preocupaciones, tristezas y problemas siguen allí y de cierta manera no han dejado de preocuparme, pero me es mucho más fácil sobrellevarlas si cuento todas las bendiciones que ya tengo ahora, darme cuenta de que a pesar de todo aún los tengo a ustedes y ahora a nuestra familia de Corona, eso me llena de paz, me ayuda a seguir adelante"

- "Oh Elsa" dijo Anna abrazando a su hermana "eres la mejor hermana del mundo" Elsa le devolvió el abrazo fuertemente por un momento más y luego se separaron con una sonrisa.

Ya habían llegado frente al cuarto de la pareja, se despidieron y Elsa prosiguió su camino a su cuarto. Allí se arregló para dormir y luego se acercó a la ventana a ver las estrellas y lo poco que aún quedaba de la luna, tal como había acostumbrado durante su tiempo de encierro, todas las navidades por las noches aprovechaba a meditar sobre su vida viendo el cielo, esta nochebuena no fue diferente, lagrimas recorrieron sus mejillas mientras repasaba ese año de su vida, unas eran de gozo, otras de tristeza, pero al final todas terminaban en sentimientos en común, paz y agradecimiento. Ahora podía ver que, gracias a las dificultades de ese año, estaba lleno de aprendizaje y crecimiento y como una de sus metas era aceptarse a sí misma, allí reconoció que si tenía merito, que, si había crecido, mejorado, y vencido muchos obstáculos. Después de todas estas meditaciones hizo su oración de las noches, esta vez llena de agradecimiento y humildad. Al terminar, vio el cielo por un rato más, llevándose inconscientemente la mano al pecho para sostener su collar.

- "Buenas noches, Lukas, feliz navidad" les dijo a las estrellas y luego se retiró a dormir, fue la primera noche después de muchas que pasó realmente en paz.

A la mañana siguiente todos estaban reunidos en el desayuno, emocionados por intercambiar regalos. Al terminar se retiraron al salón principal que estaba adornado con un magnifico árbol rodeado de obsequios, se sentaron en el suelo y empezaron a abrir regalos entre bromas y risas.

- "Este es para ti" dijo Heiner acercándose a Elsa

- "Gracias" contestó recibiéndolo con una sonrisa, era una pequeña caja que abrió con delicadeza. Adentro había un crocus de Arendelle tallado en madera "Es muy bonito"

- "Lo tallé yo mismo" dijo Heiner tomando la caja en sus manos "¿no sabías que soy bueno con la madera?"

- "No, pero tienes mucha habilidad, está muy bonito"

Arendelle y los fantasmas del pasado - Descubrimientos - Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora