Capítulo 43 El cumpleaños de Elsa. Huida a las montañas.

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/*Este capítulo se desarrolla el 21 de diciembre de 1842 (solsticio de invierno)*/

- "Anna, eso fue raro, ¿cómo dejaste a Elsa, así como así?" preguntó Kristoff asombrado

- "Es que necesito que se calme un poco para que reciba con mejor ánimo su cumpleaños" explicó Anna

- "¿Entonces planeas seguir con los planes originales de su cumpleaños?"

- "Si, necesita distraerse, esto la mantendrá ocupada"

- "Si tú lo dices" respondió su esposo encogiéndose de hombros.

Todos estaban en el comedor y tal como había prometido, Elsa apareció 1 hora después, iba seria y con los guantes puestos, al verla entrar Anna salió corriendo de inmediato a darle un abrazo que sorprendió a la reina, pero lo devolvió de buena gana

- "Feliz cumpleaños hermanita" dijo Anna en su oído

- "Gracias Anna" sonrió Elsa y Anna la jaló hacia la mesa, donde toda su familia se puso de pie y uno por uno la fue felicitando, Elsa devolvió todos los abrazos de buena gana.

- "¿Estas lista para la celebración?" le preguntó su hermana animada

- "Tan lista como puedo estarlo" respondió Elsa con una risita "vi que hay un desastre afuera, hay que arreglar eso antes de que todo empiece"

- "Bueno ya vinieron algunos a dejarte regalos" dijo Anna

- "¿Ah sí?" dijo Elsa extrañada 

- "Si, vinieron unos niños, querían hablar contigo, pero les dije que estabas ocupada, te dejaron unas cosas, están en tu oficina"

- "Oh, bueno... gracias, los veré más tarde" dijo Elsa sorprendida "pero antes de continuar con el día, ¿podrían explicarme que pasó ayer en la noche? Solo recuerdo hasta el momento en que tomé la determinación de parar el desastre y descongelar todo"

Su familia empezó a contarle todo lo sucedido después de que se desmayó, le contaron cuando llegó el doctor y Anna aprovechó a convencerla para que averiguara cuál era su temperatura normal, también le contaron sobre la visita de los troll y todo lo que habían dicho, con lo cual Elsa quedó intrigada y de cierta manera aliviada al enterarse de que sus poderes no iban a crecer más y que Pabbie había expresado su confianza en que los dominara a pesar de la lucha que dijo se le iba a presentar y terminaron contándole como Arianna y Rapunzel se turnaron para cuidarla en la noche, lo cual Elsa agradeció, enternecida por el amor de su familia.

Todos se retiraron a prepararse y a medio día salieron del castillo a la plaza central, donde el pueblo había preparado actos especiales en honor a su reina, hubo coros, pequeñas obras y bailes, Elsa y su familia estaban sentados en primera fila. Los niños se le acercaban y la llenaban de flores y tarjetas, Elsa lo recibía todo con una sonrisa amable, pero estaba distraída y su hermana podía notarlo, aunque decidió no decir nada. Elsa estaba asombrada de todas estas muestras de amor de su pueblo, ¿cómo no noté esto antes? se preguntó a sí misma, algo bueno tendré que haber hecho para que me quieran así  pensó, y a pesar de que aún estaba haciendo un esfuerzo consciente por controlarse, se dio cuenta que aceptar todo este cariño de su gente lo hacía un poco más fácil.

Las presentaciones continuaron frente a ella, pero poco a poco se fue recostando en el respaldo de su silla, sus ojos estaban puestos al frente, pero en su mirada se veía que no estaba allí, para ella, todo a su alrededor pasaba en cámara lenta y el sonido de las festividades pasó a ser un ruido de fondo. Sumida en sus pensamientos, bajó la vista para observar todos los regalos que la rodeaban, vio a su alrededor como el pueblo sonreía y disfrutaba del día, todos abrigados, festejando en la nieve del invierno, vio a su lado a toda su familia disfrutando entretenidos, vio a su familia de Corona y a Rapunzel mostrándole animada a su hijo lo que pasaba frente a ellos y una pequeña sonrisa empezó a dibujarse en su rostro, luego su mirada se posó en su hermana, que sonreía animada tomando la mano de su esposo y con la otra suavemente posada en su vientre y su sonrisa creció, sintiendo un nudo formarse en su garganta. Al fin, después de todos estos años, sus cicatrices empezaban a sanar, aún quedaba mucho por delante porque eran profundas, pero allí rodeada de todos los que la amaban, por primera vez en todos estos años pensó ***sé que no he estado bien, el pasado ha sido mi enemigo y sigo pensando en lo que no fue, yo misma he decidió permanecer alejada y ahora el por qué ya no es tan importante. Es hora de dejar ir el pasado, es hora de perdonarme a mí misma, hoy después de tanto tiempo puedo ver que ya no importa lo que fue, es hora de volver a estar feliz conmigo misma... te perdono Elsa.

Arendelle y los fantasmas del pasado - Descubrimientos - Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora