VI

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C A P I T U L O 6
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𝓐mbos están conectados por la comprensión.

Eléonore y su nuevo "Él".

Él también ama a alguien más. Solo por ello están conectados. Están viviendo su Karma lo que significa que sienten el mismo resplandor luminoso del infierno. Ambos se conocieron en la escuela y ahora tuvieron su reencuentro.

Ellos continúan rodando alrededor de las sábanas. Se arrastra sobre ella y avanza lentamente hacia su rostro, provocándola con una sonrisa, dejando escapar una pequeña risa.

De repente ve un dormitorio desordenado. Las paredes son de color blanco liso con suelo de baldosas. Hay una cama de madera con mantas y almohadas de color verde claro. Hay una lámpara al lado. Hay un escritorio en el rincón más alejado, y sentada en ese escritorio está ella con un teléfono pegado a la oreja. Ahora tiene diecinueve años.

Tú le estás hablando. En ese entonces, Eléonore todavía estabas viviendo en su ciudad vieja, técnicamente su ciudad vieja desde que se fue hace un año.

Ella escuchaba atentamente mientras divagas sobre lo maravilloso que es todo. Tienen tanto de que hablar, En cambio, susurras al azar en medio de la conversación,

—Oye , ¿adivina qué?

Y todo lo que puedes hacer es ahogar un grito ahogado y preguntar con entusiasmo:

— ¿¡Qué!?

— Me mudaré.

Su expresión cambia totalmente y te molestas con ella por decirlo cuando le queda poco tiempo en su ciudad natal. Quiere preguntarte si la extrañarás, pero quiere que tú lo digas primero. Nunca lo haces.

Todo vuelve a la realidad cuando ella siente algo frio en los labios y se percatas de que es él, así que lo sostiene de los hombros y lo aleja.

Lamentablemente, no puede encontrar en ella el mismo deseo. No puede encontrar en ella desear nada para una sola persona en ese asunto. No cuando los pensamientos de que estás con otra siempre están en su mente. Una parte de ella quiere gritar de frustración por no desearlo de la forma en que él cree que ella lo desea. Una parte de ella quiere culparte a ti, pero no puede. Es culpa suya. Siempre será culpa suya.

On se voit demain? -ella le dice amarrándose en cabello con cuidado.

C'est bon —en su rostro claramente hay dudas pero no hace nada mas que vestirse, arreglarse un poco el aspecto e irse silenciosamente.

Eleonoré se acuesta contando las lágrimas que se derramaron, manchando tus jeans azules. Nunca olvidará cuando besaste sus nudillos y le dijiste que todo estaría bien. Como la abrazaste durante horas y las palabras que susurraste en su oído que nunca salieron de su cabeza:

¿Y si tenemos lo que queremos?
¿Solo está vez?

Más tarde, cuando hacían declaraciones a la luna, dijiste que habías entregado tu corazón a la primera chica que amaste.

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No sé si alguien sigue leyendo esto o si a alguien le parece realmente algo bueno para leer pero no pienso detener esta historia porque me gusta el final.

No actualizaba esto y la pausé porque originalmente esta historia tiene varios capítulos cortos, y un día la leí y me di cuenta de que no necesitaba ser tan larga, así que prácticamente decidí re-escribirla sin cambiar nada de lo que está publicado pero caí en un bloqueo con esta historia así que finalmente la traigo de vuelta.

Y de hecho, logré cortarla tanto que este es uno de los ultimo capítulos 0-0

Espero haber hecho un buen trabajo haciendo corta esta historia.

Hasta pronto, Cariño ^^

Mon amour ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora