Desperté.Desperté y era real, ya no era la pesadilla que se repetía cientos de veces en mi mente.
Estaba pasando.
Cerré mis ojos y solté una lagrima.
13 de Febrero del 2020
Faltaba un día para la celebración más estúpida del mundo.
San Valentín.
Por supuesto que yo no tenia un Valentín, el amor y yo somos como el agua y el aceite, el amor y yo no nos conocemos, somos los peores enemigos.
Toda la escuela estaba decorada con corazones rojos, era algo horrible, era como ver mierda de perro por todas partes.
-Amiga linda-. Mi mejor amiga Lorein, rubia, ojos azules, alta, hermosa. Yo era todo lo contrario, pelo castaño, ojos verdes caca y mas baja que un pitufo.
-Vuelve a repetir lo que dijiste y a tu hermosa cara le faltaran tres dientes.
Lorein me miró mal, a veces era un poco agresiva, lo acepto, pero ella sabía que los apodos empalagosos no eran lo mío.
Caminar por la escuela no era como en las películas, la gente te apretaba y empujaba, los pasillos estaban llenos de rumores, era como si pasaras por los ojos de Dios.
Después de caminar un extenso camino llegamos a nuestro destino.
Salón 207.
Ese salón me representaba, era el salón de música, mi espacio seguro.
-Buenos días clase-. el profesor Raúl apareció detrás de mi.
Me senté y acomodé, el piano me estaba esperando, yo anhelaba tocarlo, deseaba escuchar las melodiosas notas que salían de él.
Mi pequeña nube se esfumo cuando alguien entro al salón.
Era alguien nuevo, y cuando puso un pie en el salón dijo lo que nunca había querido oír.
-Vengo para tocar el piano-. esa sencilla y corta frase me hizo sentir odio instantáneo a quien fuera esa persona.
-Sigue joven, es bueno tener nuevos talentos-. Raúl me traicionó, le permitió a este ser nuevo tocar mi anhelo más grande.
Después de estudiar historia de la música nos tocaba hacer un trabajo en parejas, teníamos que compartir un instrumento y hacer un dúo.
Lo que me faltaba, este ser insignificante escogió piano, yo era la Diosa del piano según Raúl, el sabía que el piano es mi debilidad, no tuvo que preguntar para saber que tocaría piano.
-Hola, soy Zach Wagner-. ¿Te pregunté?
-Mmmm, soy Clara Muller-. escupí, su cara se transformo, frunció el ceño y me miró confundido.
-¿Tienes algún problema conmigo?-. podría ser lo que quieran, pero no iba a ahuyentar al insignificante.
-No, disculpa, es que no estoy en mi mejor día-. me miro comprensivo, ¿no podía ser mas insoportable?.
Nos quedamos callados un momento y cuando iba a hablar Raúl empezó a explicar el trabajo en equipos .
La clase acabó y salí corriendo a mi siguiente clase, sabía que Zach iba a querer hablar conmigo sobre el trabajo y yo quería evitarlo a toda costa.
Para mi buena suerte no me encontré a Zach en el día.
Salíamos de la escuela con Lorein, todo iba bien, hasta que un auto rojo se estacionó en frente de nosotras.
-¿Podrías dejar de evitarme?
-No.
-Vamos Clara, necesito tu ayuda en el trabajo de música, se que eres muy buena en el piano-. se quedo callado un segundo, como si estuviera pensando lo que iba a decir.-No eres la única que se muere por tocar en un escenario.
Lo pensé un rato, y no me parecía mala idea hacer el dueto, yo podía destacarme y dejarlo en ridículo, pero no ayudaría, ya que la nota es en grupo.
Pues lo ayudo, esto va a ser largo.
-Esta bien, solo porque es una nota importante y quiero mantener mi promedio intacto.
-Mañana a las 5 pm en mi casa.
Y así, acepté pasar San Valentín en casa de un desconocido.
Pero lo peor es que ya venía la noche.
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Eres mi pesadilla
Teen Fiction¿Qué harías si tu peor pesadilla se vuelve realidad? Esta es la historia de Clara Muller. Su mayor sueño se convirtió en su peor pesadilla.