Jay Park es un chico, también es jovén por lo tanto es igual de tonto e inseguro. Es algo así como pansexual, si le ponemos una etiqueta, pero nadie más que él mismo lo sabe. Sus padres son el cliché de los padres conservadores, lo que vuelve todo t...
La forma en que Jungwon corrió y tacleó el oscuro tackling dummy fue realmente brusca, incluso su cuerpo rebotó contra el pesado cilindrio de espuma reforzada que debía pesar, quizás, nueve kilos, el estruendo de la caída haciendo eco por el campo desolado. Llevaba ya un buen rato de esa forma, acomodándolo de nuevo para tomar impulso y tirarlo con verdaderas ganas, como si estuviera queriendo romperlo justo ahí de la forma más salvaje en que podía hacerlo. Estaba sucio y empapado de sudor, como siempre que indicaba el entrenador más de la cuenta; apesar de que el entrenador le había dicho que no debía sobre exigirse demasiado, Yang no había ni por un segundo. Solo se detuvo para tomar agua una vez, en el comienzo, y no volvió a acercarse por más.
Heeseung lo miraba desde lejos, preocupado, con los brazos cruzados y un semblante serio en el rostro. El mariscal se estuvo comportando tan extraño desde hace dos días, siendo más específicos, desde que lo dejo solo con Park aquella vez. Se veía enojado, quizás mucho más que eso, parecía furioso todo el tiempo, con una expresión de irritación pura que no abandonaba sus cejas. Jungwon no había querido decirle qué estaba sucediendo con el nadador siempre cambiaba el tema o directamente lo ignoraba y eso estaba comenzando a molestarlo a él también. Se suponía que eran amigos, ¿por qué no podía confiar en él? Solo quería saber qué estaba pasando con su mejor amigo.
— Hola~ — una suave y mimosa voz se escuchó en su oído cuando alguien le rodeó los hombros desde atrás, después sintió un cariñoso beso sobre su mejilla que lo hizo sonreír como un bobo. Los conocidos cosquilleos recorrieron su vientre y sintió la cara tibia — ¿qué haces todavía aquí?
Lee dejó que Sunoo se sentará sobre sus piernas , todavía sonriéndole, feliz de tenerlo con él. Había estado tan distraído que ni siquiera le había escuchado acercarse. — Estaba esperando a Jungwon, ¿acabas de terminar? — la respuesta era obvia, debido al olor de champú en el cabello todavía algo húmedo y el aroma del jabón en su piel, pero de todas formas Kim asintió a su pregunta, volteándose para ver al mariscal de campo levantándose del césped y sacudir sus rodillas llenas de suciedad.
Al tener todavía el casco negro puesto, Jungwon se lo quitó con brusquedad y lo lanzó del mismo modo, haciéndolo rebotar una vez y rodar antes de quedarse quieto. Entonces despeinó sus oscuros cabellos y pateó el casco, completamente enojado. Con toda esa suciedad en el cuerpo y los cabellos asquerosamente empapados, incluso se veía lamentable. Ambos chicos se preocuparon por su aspecto colerizado, pero no hicieron ni dijeron nada, pues Yang comenzó a caminar hacia ellos al mismo tiempo en que se quitaba el enorme camisón azul profundo y dejaba al descubierto la armadura blanca y percudida debajo. Empezó a desmantelarla ahí mismo en el campo, jalando hilos y desabrochando broches antes de lanzarla también, sin importarle que la pareja estuviera presente, dejándose en una playera delgada sin mangas que estaba tan desgastada que sus tetillas se transparentaban, con algunos hoyos en los bordes, permitiendo que sus sudorosos brazos estuvieran a la vista.
