Capítulo 5

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La mañana en que regresó la relación entre ambos cambió una vez más. Ochako se limitaba a realizar sus quehaceres del hogar y recibirlo al llegar a casa, más ya no compartían tiempo juntos o conversaban de lo que sucedía diariamente. Eran nuevamente dos extraños conviviendo en el mismo hogar.

Yaoyorozu también comenzó a convertirse en una presencia mucho más frecuente por las tardes en su hogar, preparando la cena y desperdigando su esencia por toda la casa opacando la de Ochako quien llegaba tarde por tener que trabajar en el dichoso informe con su compañero de la escuela, quien aún era un desconocido para él.

Tras un par de semanas, Yaoyorozu nuevamente se encontraba cocinando la cena para él, esta vez con ayuda de su asistente, un muchacho bien parecido de cabellera rubia y ojos azules de sonrisa burlona, la chica parecía tener plena confianza en él, aunque era algo extraño ver a un Alpha como sirviente de una Omega. Por muy clase alta que fuera Momo, era imposible que un Alpha — aunque algo extraño — fuera su lacayo, y mucho más su guardia personal, el padre de esa chica claramente no estaba pensando bien la cosas, era como tener a su hija en las fauces del lobo. Bien, ese no era su problema, más le preocupaba saber por qué Ochako no regresaba aún.

— Querido... pareces preocupado ¿quieres beber algo?

— No, gracias — no dejaba de ver el reloj en su muñeca — regañaré a esa chiquilla en cuanto regrese

— No puedes sobreprotegerla por siempre — comentó Momo mientras seguía cocinando — tarde o temprano te abandonará

— Creí haberte explicado las circunstancias del caso ¿no? No puede escapar

— Dices eso, pero esa es su opción, puedes cuidar mucho de ella, pero no está en su obligación aceptar

— Silencio

— Todo sería tan fácil si tan solo tomaras mi mano

— Yaoyorozu... — se estaba irritando

— Bien

La puerta principal se escuchó abrirse y rápidamente Katsuki de forma inconsciente dejó su rostro de preocupación para mostrar su ceño fruncido y aparente compostura, aunque evidentemente lo único que deseaba era exigir una respuesta ante su falta de responsabilidad.

Ochako entró en la cocina saludando respetuosamente a Momo. Sin embargo, se quedó paralizada.

— ¿Qué horas son estas de llegar a casa? — estaba realmente molesto, sobre todo por la cara que colocaba Ochako ¿por qué sus mejillas estaban sonrojadas? — Ochako... ¡Hey cara redonda! ¿me estas escuchando?

— Monoma-san...

— Ochako

— ¿Qué?

Tanto Katsuki como Momo se cuestionaron, más el primero lo decía mayormente molesto por cómo ese chico se refería de forma tan cercana a Ochako.

— ¿Ustedes se conocen? — preguntó Momo

— Madame, la señorita Ochako pertenece a las clases que asisto por la mañana, actualmente trabajamos juntos en un informe y nos hemos vuelto algo... cercanos

— Si... algo — confirmó Ochako tímidamente

Su reacción ante el muchacho era algo que no se esperaba y que claramente lo tenía encabronado. Durante la cena, Ochako tan solo se dedicaba a mirar de reojo al muchacho, con cada segundo se enfurecía aún más, pues no era capaz de hablar dos palabras seguidas con él, pero si con ese mediocre Alpha.

Los observaba con desdén mientras descansaba en la hamaca del jardín trasero. Luego de la cena ellos dos fueron al jardín para beber una taza de café y charlar después de haber lavado los platos, Katsuki salió tras de ellos con la excusa de querer fumar con calma recostado en su hamaca. Que patético.

Encadenados - Bakugō x UrarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora