Primer Capítulo

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Eran las tres de la mañana, un tiempo un tanto silencioso en donde se supone que todos estarían dormidos en un profundo sueño.

Bueno, casi todos.

Eran las tres de la mañana y Yeosang ya estaba en la cocina tratando de vaciar o más bien dicho "comer" casi todo lo que se encontraba dentro del refrigerador.

Cogió el helado favorito de San, las sobras de pollo frito del día anterior, un poco de refresco de manzana y con suerte, tomaría del pedazo de torta que su hermano trajo de una pastelería y que cuidaba con recelo.

Con los alimentos listos, se dirigió a la pequeña mesa moderna y los colocó encima.

Cuando ya todo estaba servido, se olvidó de tomar un vaso para beber del refresco de manzana. Regresando de la cocina, ya con el vaso en mano, se tropieza y un fuerte sonido de vídeo roto retumbó por casi todo el apartamento.

¿E-ese no es mi helado? — cuestionó un somnoliento San, con todos los mechones encima de su rostro y con su perro de peluche que cargaba como si se tratase de un bebé — ¿Comerás todo eso? — bostezó viendo toda la comida sobre la mesa y tallándose los ojos se dirigió a la cocina donde estaban los pedazos de vidrio — Déjalo — dijo agachándose algo cansado — Lo hago yo — tomó la pequeña barredora de mano.

Gracias... — replicó el rubio algo avergonzado haciéndose a un lado. No le gustaba que lo vieran comer tanto, le daba pena. Además, que él no ponía ni una moneda, de los gastos se encargaban San y su hermano.

Sí que tienes mucha hambre — comentó recogiendo los últimos pedazos de vidrio del suelo — Ya está — susurró

Sí... Me da mucha hambre o antojos a esta hora — dijo muy incómodo, ya quería que el de mechones rojos vuelva a dormir y lo dejé comer tranquilo — Lo siento...

Hey, no — interrumpió al instante — Es normal que te dé este tipo de cosas, más bien yo... Lo siento, por — pensó muy bien cómo llamaría a su hermano: Idiota, Imbécil, Estúpido — Por mi hermano... Porque él te hizo eso y...

San se ahogaba en las palabras, sabía que era un tema muy delicado y que a Yeosang le podría hacer daño, pero él se sentía tan culpable que quería disculparse con él.

San — replicó el rubio — Solo no digas nada... No tengo ganas de hablar sobre... – de detuvo a pensar como llamaría a Jongho: Escoria, Basura, Poco hombre, Puta – Tu hermano

Ah, ¡sí! — respondió nervioso — Está bien si no quieres hablar de eso, te entiendo. Es solo que yo quería...

Está bien San — interrumpió — No pasa nada, no te preocupes. Y bueno, ahora solo quiero comer y... — indirectamente, el rubio trató de decirle con la mirada que se vaya.

¡Claro! — reaccionó algo tarde el de mechones rojos — Te haré compañía — y dicho eso, jaló una silla y se sentó al lado del rubio a quién no le quedó de otra, más que aceptar la compañía de San.

[°°°]

Buenos días – WooYoung balbuceó levantando recién. Creyendo que San lo oiría, volteó la mirada al no recibir respuesta alguna y se encontró con el cuerpo de su novio en un profundo sueño.

Eso le pareció extraño: San siempre era el primero en levantarse. Cuando WooYoung levantaba, San ya estaba listo para burlarse de él por ser un "dormilón".

Era extraño, pero también era la oportunidad perfecta para que ahora sea WooYoung el que se burle de San por ser un "dormilón".

San – dijo alzando un poquito la voz para despertarlo – Hey, San – dijo nuevamente esta vez moviéndolo un poco, pero no reaccionaba – ¡Choi San, levant-

Doy todo por ti [¡Temporada 2!] EN EMISIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora