•Un Beso No Te Traerá De Vuelta • LS

III

Capítulo 3.

Dos semanas después.

—¡Niall, deja en paz a la niña! —. Liam gritó desde el otro lado de la habitación de hotel, mientras empacaba su maleta para la siguiente fecha en Adelaide —¡Si se llega a golpear, Louis te va a matar!—.

El irlandés dejó de correr, mirándolo.
—Te matará a ti —. Lo corrigió —Si mal no recuerdo, él dijo: "Payno, cuida de Del, necesito ir a la entrevista con Zayn" —. Imitó el acento marcado del Sur de Yorkshire que Louis poseía.

Él jadeó, ligeramente frustrado, y siguió ordenando su maleta.

La puerta se abrió despacio, dejando ver a Harry entrar con precaución.

Niall resopló con fastidio.
—No está aquí, fue a una entrevista —.

El rizado entró con la mirada baja, no creía que fuera tan obvio. Se aclaró la garganta.
—Sólo vine a buscar el cargador que le presté a Zayn —. Murmuró, apretando en su puño el borde de su abrigo.

—Debe de estar junto a la cama —. Liam le indicó sin prestar mucha atención.

Harry asintió vagamente, y caminó hasta el otro lado de la habitación.

—¿Y Gavin? —. Niall quiso saber, dejando ir a Delilah con Liam. Se acercó hasta el ojiverde, quien buscaba su cargador.

—Aún no ha vuelto—.

—Oh —. Se acercó un poco más, escondiendo sus manos en las bolsas de sus pantalones —He notado algo últimamente —. Comenzó, intentando sonar casual.

Harry le dio una corta mirada, y después abrió los cajones del mueble.
—¿Qué cosa? —. Frunció el ceño al notar que su cargador no estaba allí, buscó bajo la cama.

—Que evitas a Delilah —.

El rizado se quedó quieto por una milésima de segundo. Aquello lo había tomado completamente desprevenido.
—¿De qué hablas? —. Fingió una ligera risa, poniéndose de pie y sacudiendo sus rodillas.

—Cuando Lux nos acompañó en la gira, no la querías dejar ni por un segundo, pero a Del ni siquiera le has dedicado una mirada desde que entraste —.

—Estás viendo cosas donde no las hay —. Tomó el cargador que descansaba bajo la almohada, y caminó hasta la salida.

—¿Seguro? ¿O es qué Delilah te recuerda a alguien? —.

Harry se detuvo por un segundo en la puerta, pero salió sin responder.

—Niall, ¿Podrías dejar de meterte? —. Liam resopló, negando desde el otro lado de la habitación —Sabes la historia, ¿Por qué te empeñas en- —.

—Tú lo has dicho, porque sé la historia —. Lo interrumpió, acercándose.

Él se apoyó a la orilla de su maleta sobre el mueble, mirándolo.
—Porque sabes la historia, deberías de dejarlos en paz, las cosas han mejorado estas dos semanas —.

—¿Mejorado? —. Se burló, pero al instante su rostro mostró molestia —¡Harry se escabulle, y se cuida de no encontrarse con Louis! ¡Y Louis ni siquiera desayuna con nosotros! ¡¿Eso es mejorar para ti?! —.

—Por lo menos ya no se gritan, ni se siente esa estúpida niebla de incomodidad cuando tenemos que estar juntos —.

—¡Pero eso no está bien! —.

—Deja de meterte en los asuntos que no necesitan resolverse —. Sentenció, y siguió empacado.

—Tienen que regresar, sólo necesitamos hacerle ver a Harry que Louis realmente lo ama y- —.