XI

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Capítulo 11.


Amelia Woolley. La mujer que más había amado Niall ahora estaba allí, fuera de su puerta.

Ambos se veía sin decir ni una sola palabra, igual de sorprendidos.

Colgó la llamada de Niall sin siquiera importarle.
—¿Qué haces aquí? —. Fue lo único que pudo salir de su boca.

Ella se alzó de hombros, se podía notar la tristeza en sus ojos apesar de estar a unos metros de distancia.

—No lo sé —. Bajó la mirada al suelo por unos segundos antes de volverlo a ver —Creo... que cometí un error —.

Quería decirle que se fuera, que Niall al fin estaba saliendo adelante. Quería dejarle en claro que no estaba bien volver después de tanto tiempo... ¿Pero quién era él para decirle eso si había estado en la misma situación?

Realmente no sabía que hacer.

¿Debía dejarla tocar la puerta? ¿Debía llamar a Niall? ¿Debía decirle que se fuera? ¿Debía-

—¿Crees que aún... aún quiera hablar conmigo? —. Amelia interrumpió sus pensamientos.

. La respuesta era clara, Niall daría lo que fuera por tener otra oportunidad con aquella preciosa mujer, pero él no podía decirle aquello, no era de su incumbencia.

—Realmente... No creo que sea el momento —. Se sinceró —Tendremos unas vacaciones y- —.

—Se las arruinaré —. Ella completó.

Una ligera mueca se reflejó en el rostro de Louis.
—En el peor de los casos —. Concordó.

Sabía que Niall quería estar con ella, pero era tan orgulloso que no lo haría en la primera charla que tuvieran. Aquello tomaría tiempo.

—Entonces... creo que es mejor que me vaya —. Apretó los labios en una sonrisa llena de melancolía; sus ojos seguía brillantes, llenos de lágrimas que se aferraban al borde de sus párpados.

Y Louis pudo sentir que sus sentimientos eran sinceros, estaba realmente arrepentida. Él ya había estado en ese lugar.

Le dedicó una suave sonrisa, intentando consolarla un poco cuando pasó por su lado hacia el elevador.

Delilah lo sacó de sus pensamientos cuando tiró de su mano, intentado que de una vez fueran hasta la habitación de Niall.

—Ya voy, ya voy —. Louis rió.

Abrió la puerta sin tocar, encontrando a Zayn acostado en uno de los sofás, Liam y Harry conversaban en el ventanal, mientras que al fondo pudo divisar a Niall acostado boca arriba en la cama.

—¡Tío Niall, te traje una galleta de chocolate! —. Delilah se soltó de su agarre y corrió hasta Niall.

El grito llamó la atención del resto, haciendo que las miradas cayeran sobre él. Alzó un poco sus cejas en forma de saludo.

—¡No puede ser, son las galletas que me encantan! ¡Gracias, Del! —. Se escuchó luego de un quejido adolorido provocando por la menor saltando sobre el estómago del irlandés.

—¿Por qué no fuiste a comer con nosotros? —. Liam le preguntó cuando vio a Louis empujar los pies de Zayn del sofá y tomar asiento.

—Surgió otro compromiso —. Le restó importancia, sacando su celular del bolsillo.

—Dijiste que irías... le dije a Brad —. Harry casi murmuró.

La suave voz robó la atención de Louis, alzó la mirada para encontrar el par de ojos esmeralda sobre él.

 •Un Beso No Te Traerá De Vuelta • LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora