일곱

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 Se levantó cansada, como siempre, replanteandose su existencia.

¿Qué había hecho ella en su vida pasada para merecerse esto?

Tal vez cambiaría de empresa.

Era algo que se lo representaba constantemente.

Le daba un poco bastante igual que le vieran en esas fachas, con una sudadera más grande que Rusia y su chándal acompañado de unas chanclas y un moño mal hecho

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Le daba un poco bastante igual que le vieran en esas fachas, con una sudadera más grande que Rusia y su chándal acompañado de unas chanclas y un moño mal hecho.

Solo iría a tirar la basura, no a hacer una pasarela.

Su suerte nunca estaba de lado, ya que saliendo de la puerta de su apartamento se encontró con ese grupo de ocho chicos saliendo a la par. Les echo un vistazo, más concretamente a YunHo y JongHo, quienes estos solo la miraban atentamente. Giró su cabeza de nuevo hacia delante y se fue al callejón donde se encontraban los contenedores.

¿No han ni un puto día en el que no los pueda ver?, se preguntaba a sí misma todo el rato mientras maldecía entre dientes.

- ¿Habéis visto qué fachas llevaba?- JongHo le daba risa como la había visto- Una simple que ni salir sabe como.

Todos los demás miembros se miraron entre sí y negaron con la cabeza. YunHo no podía permitir escuchar a alguien hablar de ella así

- JongHo, eres una pésima persona por decir unos comentarios y hacer cosas tan fuera de lugar.- le dió una mirada despectiva mientras entraban a la camioneta.

- Uy si, lo dijo el enamorado.- hacía distintas muecas mientras repetía la frase una y otra vez.

- Se llama respeto JongHo, algo que no sabes hacer.- SeongHwa también se sentía indignado por la situación.

- Ya volvéis a empezar.- rodó sus ojos y sacó su móvil de su cárdigan para jugar y no escuchar a sus compañeros- Lerdos.- susurró de manera floja pero aún así audible para el resto.

- No tienes solución.- San se recostó en el hombro de YunHo, que era quien tenía al lado.

No sabía ni cuándo ni cómo, pero comenzó a cuestionarse, ¿se estaba enamorando?

Esa pregunta le frustraba, no paraba de suspirar y tocarse el pelo.

En qué momento su corazón se dió las patas arriba.

La muchacha se encontraba dudando, sin saber si entrar o no

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La muchacha se encontraba dudando, sin saber si entrar o no.

Llevaba minutos enfrente de esa puerta con el letrero "ATEEZ", con una sudadera en mano para devolvérsela a YunHo.

Su pie no paraba de dar golpes al suelo, su cabeza se imaginaba los peores escenarios ahí dentro. Sabía que se llevaría todas las miradas pero tampoco podía hacer nada. Tocó un tanto flojo la puerta esperando a que alguien conteste, cosa que no tardó mucho.

A los chicos no les desconcertó esos leves toques en la puerta, de todas formas estaban en su momento de descanso y cada uno iba perdido en su móvil. YunHo se puso en pie para ver quien era la persona que tocaba y para su sorpresa fue alguien que le hace sentir bien, ella.

Abrió los brazos para seguidamente abrazarla muy fuerte hasta tal punto de dejarla sin respiración.

Todos estaban atentos a lo que sucedía y miraban de reojo a JongHo, quien se encontraba viendo la escena con cara de pocker.

El más alto decidió bajarla del abrazo, así descubriendo la razón de su visita a su salón.

Ella con un poco de confianza en sí misma, habló.

- Aquí está tu ¿sudadera?- comenzó a reír flojo- No se como se dice.- se rasco la nuca.

- No pasa nada chica.- le agarró de su mano pequeña- ¿Estás bien?- preguntó al verla así de feliz, sin saber que él era la razón de esa sonrisa.

- ¿Que has dicho?- preguntó poniéndose en puntillas, un acto que derritió el corazón de todos los presentes menos el de pelo rojo.

- Preguntaba si te encuentras bien.- ya a la segunda vez lo entendió.

- Un poquito si.- le dedicó una tierna sonrisa.

Si supiera ella que con solo mirarle conseguía derretir al más alto, se le haría absurdo.

Si supiera ella que con solo mirarle conseguía derretir al más alto, se le haría absurdo

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Desde ese día, JongHo no la volvió a tocar ni hablarle, cosa que agradecía. De cierta manera se había relajado un poco pero aún así tenía esa pequeña duda del porqué dejó de hacerle daño.

Sentía a veces miedo de volver a ser atacada, aunque tampoco podía hacer gran cosa.

Solo la vida se lo hará saber en su momento.

☆☆☆


Fuah, hago historias con varios miembros del grupo y todavía no he hecho uno

con mi propio bias. :( 

Alta decepción se llevó el minion coreano.

I lof yu HongJoong

SA-YO-NA-RA

ɢʀᴀᴄɪᴀꜱ ᴀ ᴜɴᴀꜱ ᴍᴀɴᴏꜱ ᴇɴ ᴍɪ ᴄᴜᴇʟʟᴏ; 首 - ʏᴜɴʜᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora