Un dolor inmenso recorría por todo su cuerpo, como si le hubieran dado una golpiza tremenda.
Todo pasó tan rápido que sigue sin asimilarlo.
¿Por qué no se quedó en su instituto en vez de venir aquí?
Preguntas y preguntas, es lo único que se hace por las mañanas mientras se da una ducha o mientras se lava los dientes.
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El jefe no lo soportaba, sentía que le faltaban al respeto que aunque él estuviera ahí, siguieran peleándose.
Todo fue parado cuando la fémina se interpuso y abrazó por las espaldas a YunhHo, haciéndole recuperar su cabales. Este se giró para recibir bien el abrazo de esas pequeñas manos.
- ¿Cómo puede ser posible esta pelea? ¡Miren vuestras caras!- todos estaban escuchando hablar al jefe mientras que la más pequeña de todos no entendía prácticamente nada- ¿Por qué os habéis peleado?- preguntó mientras se masajeaba la nuca.
- Me ha pegado todo por culpa de esa chica.- dijo JongHo mientras señalaba a la única mujer de esa sala.
- ¡Recién entras y ya me das problemas!- se sorprendió al escucharlo gritar, mas no le dolió. Solo esperaba lo que tanto deseaba pero no se atrevía a decir, saliera por la boca de ese viejo.
- No es culpa de ella.- mencionó SeongHwa metiéndose en la conversación.
- ¡Me da igual SeongHwa! Lleva poco tiempo aquí y ya ha producido muchos problemas. No puedo dejar que una mocosa me tire mi empresa por el río.
- No es su culpa.- YunHo se atrevió a hablar- Es el maldito de JongHo que la quiere matar. Mirala.- le enseñó su cuello- Estas son marcas de sus manos, las manos de JongHo. ¡Quiere ser un asesino!
- ¡No me llames asesino! No los soy.- dijo mientras se acercaba a la pareja de abrazados, pero gracias a MinGi y San no llegó ya que le cogieron los brazos.
- Estabas a punto de serlo.- HongJoong comentó con suma tranquilidad.
- ¿Tú también Joong? Esta chica solo ha traído problemas.- dijo JongHo mientras miraba a su superior.
- Estoy de acuerdo contigo JongHo. Tú.- señaló a la chica que se encontraba en los brazos de YunHo- Estás despedida. Ya no formas más parte de esta empresa. Tienes dos días para recoger tus cosas y salir del apartamento.
Ella comenzó a llorar ya que pudo entender la oración "estas despedida''. No lloraba de la tristeza sino de la alegría, ya no estaría más tiempo en ese horrible lugar.
YunHo se sintió impotente al verla llorar, sabía que ese era su sueño, sin embargo no sabía que lloraba de la alegría.
- ¡No puedes quitarle su sueño!- el más alto pronunció de manera protestante.
- YunHo, no lloro porque me ha despedido.- se limpió las lágrimas- Lloro por la alegría de por fin irme de aquí.- el mayor comenzó a llorar al pensar que se iría y no la volvería a ver- Ha dicho lo que tanto deseaba que dijera.- cayó al suelo para seguir llorando. Por fin se había acabado su pesadilla.
Nadie se movía del sitio, solo observaban.
Ella estaba feliz y tranquila, él estaba impaciente sin saber qué pasará.
Ella ya tenía en mente algo que hacer.
- Si crees que solo te he traído problemas, me verás en la cima. Solo esperate.- sonrió de manera alegre y de todo corazón. Él jefe no la supo apreciar, otra persona lo hará.
- No nos separaremos, ¿verdad?- preguntó YunHo muy flojo en el oído de su pequeña.
- Ya lo verás.- le dió un beso en la punta de la nariz y se salió de la sala, dejando a todos los presentes desconcertados.
Esa era la primera vez que le daba un beso y sentía todo un zoológico en su cuerpo.
Tenía miedo de no volver a verla.
Ella ya tenía unos planes creados por sí su gran deseo se llegaba a cumplir y como ya quedó desvinculada de la empresa ya podría seguir.
Algo tenía claro, si por un momento se separaba del alto, solo será un tiempo porque luego, estarán juntos y para siempre.
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- Hija, ¿estás segura?
- Sí mamá. Si no acepté la otra oferta era porque ya estaba en esta empresa.
- ¿Por qué renunciaste?- ella no quería decirle la verdad a su madre, no ahora.
- Simplemente no me sentía cómoda. Además voy a quedarme temporalmente en casa de una amiga, bueno, mi única amiga.- comenzó a reír mientras doblaba toda su ropa y la colocaba en la maleta- Saldré hoy mismo del apartamento.
- ¿Y no les debes nada a la empresa?- preguntó curiosa.
- No porque no invirtieron nada.- cerró los cajones donde tenía sus cuadernos de dibujos- Bueno mamá te dejo que ya me tengo que ir, no quiero que nadie me encuentre aquí.- a ese nadie se refería a YunHo.
- Ah, es cierto. Cuando llegues me llamas cariño.
- claro que si mami. Dale un gran besito a los chicos y a papá.- le mandó un beso y colgó.
Lo estuvo pensando y no quería dejar a YunHo desconcertado.
Ella sabía lo que él sentía.
Él sabía lo que ella sentía.
Era un sentimiento mutuo.
Se tendría que alejar de él durante un tiempo, ella esperaba que fuera poco, pero al volver a estar juntos lo estarán y para nunca más separarse.
Una relación rara, lo se, pero así es el amor, tan indeciso y extraño.
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Siento que stanear a Ateez fue la mejor inversión de mi vida
