Capitulo 4

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Mis dudas aún seguían pendientes, pero no las profundicé. Tenía miedo de sentir algo por Jayden. Fue muy duro perderlo. Y además, tiene novia. No soy de esas chicas que andan separando parejas, de ven felices. Y claro, tuve bastantes oportunidades de comprobarlo. Ya pasó una semana desde que me encuentro aquí y he descubierto que tienen una relación bastante melosa, con muestras de afecto muy, muy constantes. Simplemente las evito. Pocas veces no lo he hecho y resulta muy incómodo. También, podría decirse, que me genera un poco de malestar.

- ¿En qué piensas? - Annie interrumpió mis pensamientos. Estaba tan sumida en ellos que olvidé que me encontraba viendo una película con ella - no has estado prestando atención.

- Um... en la escuela - respondí titubeando.

- ¿Vamos a afuera? De paso, me empujas en los columpios - me miró sonriendo y con un poco de brillo en los ojos.

- Claro, vamos.

Entonces nos dirigimos al patio trasero, donde se encontraba la gran piscina, sillas, algunas mesas y unos cuantos juegos para la pequeña. Ella fue corriendo y comenzó a hamacarse. Me acerqué y la impulsé.

Justo en ese momento alguien apareció.

- Hola bonitas - saludó Jayden con una sonrisa.

- ¡Jay! - Annie saltó del comlumpio y se abalanzó a los brazos de su hermano.

- Hey, pequeña, hola - saludó él, levantándola en el aire y dándole vueltas.

Me enterneció la escena, más cuando la niña respondió.

- ¡Al fin vienes! Siempre te vas con Megan - hizo un puchero - ¡vamos a jugar! ¡Ya sé! Tomaremos té.

Se bajó y corrió al interior de la casa. Me dirigí a un banco que había al lado de la piscina y me senté.

- ¿Qué tal? - se sentó a mi lado - casi no hemos hablado esta semana.

Asentí con la cabeza a modo de respuesta.

- ¿Te pasa algo? Estás un poco distante. Además cuando te veo andas con la chica pelirroja o te vas.

Eso era cierto. Últimamente pasaba bastante tiempo con Deborah, era muy buena chica y me brindaba agradable compañía. Mientras que lo veía a él, siempre con la rubia. Si bien compartí poco tiempo con ella, no me caía bien.

- No. Estoy bien. Solo... aún me cuesta... adaptarme.

- Ah. Ya entiendo, bueno, prometo ayudarte - puso una mano sobre mi hombro y me sacudió suavemente - ¿tienes tu móvil aquí o algún objeto de valor?

Su pregunta me desconcertó.

- No... los he dejado en el cuarto. ¿Por qué?

No respondió y se limitó a dejar sus pertenencias en el asiento. Entre ellos, celular, billetera y llaves. Una vez que termino me observó... y seguía sin comprender.

- Genial - dijo finalmente y me cargó como un saco de papas y saltó al agua.

No lo vi venir.

Salí a la superficie y tomé aire mientras veía a Jayden reír. Algo hizo clic en mi cabeza.

Me hundí en el agua y comencé a agitar los brazos.

- ¡Jayden! N...no... se... nadar - el lugar era profundo así que resultaba creíble - ¡Me dió un calambre!

Rápidamente se acercó a mi, con la preocupación en su rostro y me levantó un poco.

- ¿Te encuentras bien? - pasó mis brazos por sus hombros y me sostuvo por la cintura causándose escalofríos al tenerlo tan cerca - lo siento... no sabía...

Empezar de nuevo (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora