¿Qué?
¿Cómo?
¿Su novia?
No lo dudé y me lancé a sus brazos.
- Claro que quiero - dije sonriendo.
Me tomó las mejillas entre las manos y me dio un dulce beso.
- Gracias - susurró en mi boca.
- ¿Gracias por qué? - pregunté mirándolo a los ojos.
- Por haberme aceptado - una sonrisa se hizo visible en su cara y sentí como mi estómago se estrujaba.
- Gracias a ti, por todo lo que hiciste - y volví a abrazarlo.
Nos quedamos así juntitos hasta que tuvimos que bajar del juego.
La felicidad llenaba mi corazón.
¿Quién diría que un chico como él me querría así?
Nunca se me hubiera pasado por la cabeza que esto podía suceder.
Salimos caminando despacio, Jay tenía un brazo sobre mis hombros y yo otro en su cintura. Me dio un beso en la frente y nos sentamos en un banco.
Apoyé la cabeza en su hombro y ambos permanecimos callados, seguía abrazándome y toqueteaba mis dedos, algo que siempre hacía. Tenía anillos, entonces se quedaba mirándolos o acariciaba mi mano, cosa que me provocaba un cosquilleo en todo el cuerpo.
Alcé la boca hacia su oído y le dije que lo quería. Él me respondió que me quería mucho más y comenzamos una mini pelea.
Parecíamos más típicas parejas enamoradas de las películas.
- Yo te quiero más, cállate - dijo riendo.
- Cállame - susurré.
Y eso hizo.
****
Ya era lunes y a la salida de la escuela debía ir con la psicóloga.
Estaba en la última clase y me sentía muy nerviosa.
¿Podría hablar de todo aquel dolor sin echarme a llorar?
Esperaba que sí.
Tenía miedo, pero por otro lado estaba esperanzada de que la sesión me ayudara.
La campana sonó y un ligero temblor alcanzó mi cuerpo.
Salí al pasillo y Brad me alcanzó corriendo.
- Em, hola ¿ya tienes la cita ahora? - me preguntó.
- Hola, sí.
Solo le había contado a él y a Lau, además de los Cooper que ya sabían.
- ¿Quieres que te acompañe?
- Muchas gracias, pero me lleva Jay. Luego te llamo y te cuento como fue. Gracias igual.
- Oh, bueno. No hay de qué - sonrió - suerte, entonces.
- Gracias.
Lo abracé fuerte y volví a agradecerle.
- Eres un gran amigo - susurré en su oído, aún abrazándolo - gracias por todo lo que has hecho por mí.
- No tienes que agradecerme, sabes que estaré para ti siempre que me necesites.
Nos separamos y me revolvió el cabello.
Le tenía mucho cariño al castaño.
- Debo irme - dije apurada - luego hablamos.
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Empezar de nuevo (Pausada)
Fiksi Remaja- No tienes por qué aguantar todo esto sola. Todos estamos para ti. Me tienes a mí. Aprenderás a sobrellevarlo, no tienes que que olvidarlo o superarlo, pero tienes que vivir. Cada etapa de tu vida solo pasa una vez. No dejaré que sufras, no sola. M...
