Room For You (Camren Gip)

Capitulo 14

LAUREN POV

Mi habitación en la posada estaba pintada de un relajante tono de gris azulado, y gracias a Dios que no me importaba ese color porque lo miré durante dos horas mientras me estaba escondiendo de Camila.

No es que quería evitarla, pero supe meterme bajo su piel en la cocina, y la quería pensando en mí durante un par de horas antes de la cena, así que estuve fuera de vista. Me tumbé en la cama, preguntándome qué estaba haciendo en estos momentos. ¿Estaba en la cocina dándoles la cena a las niñas? ¿Estaba leyendo en la terraza de atrás? ¿Estaba sentada en la isla mordiendo su labio inferior mientras se concentraba en sus cosas de enfermería? Me estaba muriendo por estar tan cerca, y no hablar con ella, así que cogí mi teléfono.

Yo: Hola, me gustaría recogerte para cenar a las 7 pm, ¿si te parece bien?

Golpeé mi pie con impaciencia, esperando su respuesta.

Camz: Las 7 está bien. Eres extraña.

Yo: ¿Por qué soy extraña?

Camz: Estamos en la misma casa, pero estás enviando mensajes. Como dije, extraña.

Yo: Para que lo sepas, estoy muy ocupada haciendo aquí todo tipo de cosas importantes.

Camz: Aja. Alejandro subió hace rato para preguntarte si querías pescar un poco y pensó que oyó ronquidos.

Yo: Ese fue Diesel.

Camz: Seguro que lo era. ¿A dónde vamos esta noche, de todos modos?

Yo: Eso es algo que solo yo sé y tú tendrás que averiguarlo.

Camz: Bueno, tienes que darme una pista. No sé qué usar.

Yo: Viste casual. Usa ese conjunto negro.

Camz: ¿Qué conjunto negro?

Yo: El que estabas usando en el baño cuando Piper abrió la puerta.

Camz: Imbécil :)

Oh, ya veo que estás de regreso, cara sonriente. Espero que estés lista para conseguir tu culo pateado esta vez. Voy a convertir ese ojo en un guiño aunque esto me mate.

Tenía cuarenta y cinco minutos hasta que tuviera que recoger a Camila para nuestra cita, era hora de ponerse en movimiento. Cogí las llaves, dejé a Diesel durmiendo en mi habitación y bajé las escaleras.

―¡Hola Lauren! ―gritaron Lucy y Piper cuando pasé a la cocina. No había señales de Camila en ningún lugar.

―¡Hola Twinkies! Volveré pronto, ¿de acuerdo? ―¡Mierda! En el reloj del tablero de mi camioneta se veía las 6:57.

Un margen un poco estrecho, Jauregui. No lo arruines.

Toqué el timbre. Sinu abrió la puerta, con el rostro contraído por la confusión.

―Hola, señora Cabello. Estoy aquí para recoger a Camila.

Ella se rió y dio un paso atrás.

―Oh, eres adorable. Entra, Lauren.

―Estos son para ti. ―Le di un pequeño ramo de tulipanes.

―Son hermosos, gracias. ―Ella frunció el ceño hacia mí, todavía tratando de encajarlo todo―. Espera, buscaré a Camila.

Desapareció por la esquina y me quedé en el vestíbulo, esperando a mí... amiga. Lucy y Piper salieron arrancando hacia mí desde la parte de atrás de la sala de estar.

―Lauren, ¿estás enferma? ―preguntó Piper.

―Sí, ¿tienes fiebre? ―preguntó Lucy, tirando de mi camisa.