Capitulos 24

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LAUREN POV

―¿Puedes quedarte una noche más? ―le rogué a Camila.

Ella estaba bailando en mi cocina, haciendo tostadas francesas, y usando una de mis camisetas. Era tan cliché, pero realmente era una locura caliente ver a mi chica llevando una de mis camisetas con nada más que ropa interior debajo.

―Ojalá pudiera. ―Me hizo un puchero con el labio inferior―. Estoy disgustada por dejarte, pero no puedo esperar a llegar a casa con las niñas. Realmente las extraño.

Sentándome en la barra de desayuno para tener una mejor vista de su espectáculo, le sonreí.

―Eres una buena madre.

Me miró, sorprendida agradablemente.

―Gracias.

―¿Por qué te ves sorprendida por eso? ―Incliné mi cabeza hacia un lado con curiosidad.

Bajó la mirada hacia la estufa y se encogió de hombros.

―No lo sé. Eres una mujer... una mujer soltera. Simplemente no espero que te des cuenta de cosas como esas. Prestas mucha atención y eso me pone feliz y nerviosa.

―En primer lugar, no estoy soltera. En segundo lugar, ¿por qué habría que ponerte nerviosa?

Se acercó y enrolló sus brazos alrededor de mi cuello, cubriendo mi cara con pequeños besos.

―No lo sé. Solo estoy esperando a que la alfombra sea retirada de debajo de mí, ¿sabes? A veces parece demasiado bueno para ser verdad.

Metí un mechón de cabello detrás de su oreja y sostuve su rostro entre mis manos, obligándola a centrarse en mis ojos.

―No. Me. Iré. A. Ninguna. Parte.

Ella se inclinó y me premió con otro beso, que de buen grado acepté.

Nuestro momento fue interrumpido por mi teléfono vibrando en la mesa de café. Su mirada se dirigió hacia él y luego de nuevo a mí, evidentemente, todavía preocupada por lo que había dicho Blaire sobre Kendall.

Agarrando su mano, la arrastré hasta el sofá conmigo y cogí el teléfono.

Presioné el botón y lo puse en altavoz.

―Hola, mamá. ―Los ojos de Camila se duplicaron, su boca se abrió como si fuéramos dos adolescentes que habían sido atrapadas teniendo sexo en el sótano de sus padres.

Mi madre no perdió tiempo para arremeter contra mí.

―¿Hola mamá? No he hablado contigo en casi dos semanas y lo único que consigo es, "¿Hola mamá?" ¿Dónde has estado? Te he dejado unos doscientos correos de voz.

Apoyé mis pies sobre mi mesa de café y me hundí de nuevo en el sofá, haciendo un gesto para que Camila se acercara mi lado.

―Es mi mamá ―dije en voz alta, con la esperanza de calmar sus nervios un poco.

―¿A quién le hablas? ―preguntó mi mamá.

―Mi novia, Camila.

Camila se sentó a mi lado en el sofá, congelada, sacudiendo su cabeza hacia atrás y hacia adelante lo más rápido que pudo.

―¿Tu novia?

―Sí, mi novia. Su nombre es Camila y es fantástica, no puedo esperar a que la conozcas.

―Hmm, interesante. Bueno, voy a dejar que te vayas ya que tienes compañía, pero al parecer tenemos mucho de qué hablar. ―Suspiró―. ¿Prometes que me llamarás más tarde?

Room For You (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora