Un cambio de escenario

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Las espadas cayeron al suelo.
Podía proclamarse casi hermoso el momento en el que el lugar se hundió en completo silencio. Solo un pequeño momento en el que todo se lleno de tranquilidad...claro que solo duro unos segundo antes de que la batalla continuara.

Leo Valdez había explotado en una llamarada de fuego, con Gaia en sus manos.
Jason Grace y Piper Maclean se precipitaban en una caída libre, Jason intentaba controlar los viento para evitar que ambos murieran en la caída. Piper solo tenia en su mente que no había sido capaz de salvar a su mejor amigo, este se había sacrificado por el bienestar de todo el mundo ¿y este lo sabría? no, claro que no. El mundo mitológico es algo que debía permanecer oculto.

El impacto fue duro. Ambos semidioses estaban adoloridos, Jason estaba exhausto; levanto la mirada y contemplo el lugar. Habían pocos monstruos, nada de lo que no pudieran encargarse. Ambos romanos y griegos se ayudaban mutuamente, después de las tantas disputas al fin hallaron una manera de coexistir en "paz".
Frank llego corriendo en su dirección, tenia sangre en casi todos sus brazos y su ropa hecha jirones.

-¿E-ese era...?- dijo entrecortadamente

Piper asintió entre lagrimas. Tenia una herida en la cabeza pero pareció no importarle.

- No puede ser.- susurró el canadiense

La cabeza de Jason palpitaba fuertemente. Sabia que en cualquier momento se desmayaría ahí mismo, pero necesitaba asegurarse de que el resto de sus amigo estuvieran bien.

-¿Y Hazel? Dime por favor que ella esta bien.-

- Lo esta ella esta con Nico y ese chico de Apolo, el aun esta muy débil por...bueno ya saben.-

-¿Y los demás? ¿Percy? ¿Annabeth?-

- Annabeth esta bien, Percy esta herido pero bien.- contemplo el cielo, justo en el lugar donde su amigo había acabado con la madre tierra- No puedo creer que ya no este.-

- Es mi culpa.- interrumpió una voz - Debí ser yo.-

Todos se giraron en dirección de la voz.
Percy Jackson estaba detrás del ahora pretor Zhang; no tenia camisa y una venda en su abdomen resaltaba gracias a la gran mancha de sangre en ella.

- No digas tonterías.- dijo Annabeth - No deberías estar de pie, Will dijo que esa puñalada pudo matarte.-

- "Bajo la tormenta o el fuego..."- cito el hijo de Poseidon - Las opciones eramos Jason, yo y...-

-Leo.- dijo Piper

- El lo sabia, nos hizo prometer a Hazel y a mi guardar el secreto.- dijo Frank

Ante la nueva información Piper lloro con mas fuerza. Sin duda, todos extrañarían al pequeño duende latino.





Las pesadillas eran muy fuertes. Cada vez que cerraba sus ojos regresaba a ese horrible lugar, los gritos de las batallas inundaban sus oídos y el sudor corriendo por su espalda le recordaba al inmenso calor del infierno.
Se despertó gracias al dolor. Tuvo que recordarse a si mismo que ya no se encontraba en aquel lugar, que la guerra había acabado y que ahora estaba en su hogar; hogar. Tras años de crecer entre su departamento y en el campamento le hacían distorsionar su definición a esa palabra.

Se levanto de la cama y camino hasta hasta el baño y se mojo la cara con agua fría. Normalmente podía controlar cuando podía mojarse y cuando permanecer seco, pero esta situación lo requería. 
Habían pasado meses y aun no tenia el valor de decirle a su propia madre que había caído a lo mas recóndito del infierno por el amor que le tenia a su novia.
Vio su reflejo en el espejo. Tenia todo tipo de cicatrices en su cuerpo, quemaduras, apuñaladas, cortes, flechas. Un chico normal de su edad no debería tener esa clase de registro marcado en su cuerpo. 
Normal.
¿Que carajos significaba eso? Ir a una escuela, tener amigos, un trabajo, graduarse, tener una familia. ¿Alguna vez podría ser capaz de tener eso? Se sentía abrumado. Había días en los que se encerraba en su cuarto gracias a los ataques de pánico. No quería que su familia lo viera de ese modo,  tan vulnerable.

Una loca idea surco su mente. No podía hacerlo ¿o si? el era un soldado, había liderado ejércitos ¿todavía sabia como ser normal? tal vez.
Decidió seguir el impulso, tenia que hacerlo rápido para no acobardarse. Cerro los ojos y se concentro en llamar a su viejo y alado amigo. Pese a su dislexia se esforzó en escribir una explicación para su familia y para Annabeth.
Cuando termino salio por la escalera de incendios con una mochila en su espalda y salto para caer en el lomo del pegaso. Solo quería un tiempo en un lugar donde no tuviera que enfocarse meramente en sobrevivir, un lugar donde pudiera probar una pizca de la vida que jamas tendría.

- Blackjak, llévame a un lugar con la menor cantidad de criaturas divinas que puedas encontrar.-

- Creo que conozco un lugar así. El chico Castellan una vez hablo de un lugar en california.-

-¿California? Si ahí es donde esta la entrada al lugar del tío H.-

- Lo se jefe, es por eso que es de lo mas extraño.¿Podemos pasar por donuts en el camino?-

Percy sonrió ante el pedido de su amigo.

- Esta bien, pero sabes que no me gusta que me llamen jefe.-

- Como diga, jefe.-

El semidios decidió no decir otra cosa. Solo esperaba que Blackjak no se equivocara, volvería a Nueva York...cuando se sintiera listo.

The Outsider. (PJO & TW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora