Me desperté por el sonido de cosas siendo removidas en la cocina. Era sabado y las 8 am.
¿En serio?
Me levanté de la cama refunfuñando y salí de la habitación.
–Scarlett por el amor de Dios ¿Por qué haces tanto ruido a las 8 de la mañana un sábado?–dije empujando la puerta que separaba la sala de la cocina.
Pero quien estaba en la cocina no era ella, sino un chico rubio de ondas desaliñadas sin camisa comiendo cereal en la mesa que había ahí.
–Cuando fui al baño esta mañana era Nicholas no Scarlett, solo digo.
Mi ojos se abrieron a mas no poder y cuando caí en cuenta de que yo solo estaba usando una sudadera que me llegaba poco mas arriba de la mitad del muslo y calcetines y que el chico estaba mirandome las piernas me escondí detrás de la puerta.
–¿Quien eres y donde está mi compañera?
–Ya te dije soy Nicholas ¿Y tu, preciosa?
–¿Donde está Scarlett?–dije ignorando su pregunta.
–Depende de donde tu quieres que este, linda.
–Eres un...
–Deja a la chica en paz Nick– la voz de Scarlett tratando de contener la risa me interrumpió.Ella estaba sentada en el sofá y yo ni cuenta me había dado.
–JA JA, que graciosa, espero que haya sido un espectáculo digno de ver.
–Creeme, lo fue– dijo mientras trataba de parar su risa.
–Un placer conocerte, lindas piernas– gritó Nicholas desde la cocina.
–Tengo novio, gracias–grite devuelta sonrojandome levemente.
–No quiero nada con tu novio, preciosa.
La carcajada de solto Scarlett no fue nada normal, rodé los ojos y me dirigí al baño y luego a mi habitación a ponerme unos pantalones de pijama.
Cuando volví a la cocina, ellos conversaban animadamente y el ya se había puesto su camisa.
–Ese es tu cereal–Scarlett señaló a un tazón que estaba en la mesa.
–Gracias.
Me senté en la encimera con las piernas guindando y metí una cucharada de cereal a mi boca.
–Siento lo de hace unos minutos, en realidad no soy así de idiota–se disculpó Nicholas.
–Lo confirmo– dijo Scarlett.
–Así que me presento como es debido, Nicholas Brown, a sus servicios señorita– se levantó de donde estaba sentado e hizo una reverencia.
Reí.
–Sky Torres y no hay problema– dije y volví a comer otra cucharada de cereal.
No trasladamos a la sala cuando terminé de comer y surgió el tema de qué haríamos hoy.
–¿Cual es tu plan de hoy, Sky?–me preguntó Scarlett.
–Mi plan era dormir toda la mañana e ir en la tarde a la biblioteca, pero alguien– dije resaltando la última palabra y dirigiendo mi mirada a Nicholas–. Arruinó la primera parte.
–Ya dije que lo sentía y tu dijiste que no había problema. Es tu problema que tu corazón siga con ese rencor.
–¿Qué tiene de especial esa biblioteca tuya? Llevas literalmente la semana entera yendo para allá todas las tardes.
ESTÁS LEYENDO
Me Without You
Teen FictionUn sueño, una decisión, un viaje, una rutina, un descuido, quizás el destino o quizás no.