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No puedo creer que les guste tanto esto, cochinas jajajaja

ADVERTENCIA: +18
Es que ya ví el perfil de una de ustedes y aún se ve muy chiquita y pues no manches, no leas esto porfa ;'v tkm
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Comencé a meter mis manos por debajo de su blusa, mis manos frías la hicieron brincar y dió un pequeño sentón sobre mí, eso me hizo reprimir un gemido, pero algo no estaba bien. Ella estaba arriba mío, el que está arriba manda, y eso no lo podía permitir. La agarré de su trasero y la acomodé en la cama (la aventaría pero esta cama lleva en esta casa abandonada años, y si se va a romper, será por las embestidas que le voy a dar) y ella continuó besando mi cuello, yo le apreté los muslos y ella soltó un quejido, lo cual hizo que me prendiera mucho. Agarré sus manos y junté sus muñecas para tener libre acceso de hacerle lo que quisiera. Desabroché su pantalón y puse mis dedos en sus bragas por encima de sus labios, podía sentir lo húmeda que estaba, lo cual me hizo reír.

-¿Acaso tuviste un sueño húmedo conmigo mientras no estaba?- La miré con una sonrisa y ella apenas y podía hablar por lo excitada que estaba.

Terminé de bajarle los pantalones y jugué un poco con el resorte de sus bragas, ella sólo movía sus caderas un poco, pidiendo que hiciera algo para satisfacerla, pero como dije antes, el que está arriba manda, y el que está abajo obedece. Con la punta del dedo índice, me abrí paso hasta sus húmedos labios internos, haciendo movimientos sumamente lentos y suaves, lo que hacía que tuviera leves espasmos y gimiera.

-Ya te has tocado antes ¿no es así?, me sorprendería que una caliente hija de puta como tú no se hubiera tocado antes. ¿No te da vergüenza tener que hacerlo tú sola?-

Esperaba que al menos me dedicara una de sus típicas caras de perro triste, pero extrañamente soltó otro gemido. ¿Por qué tuve que conseguir a la chica rara del pueblo? No era divertido si no podía humillarla.

Saqué mi mano de sus bragas y se los arranqué, la volteé con brusquedad, la tomé del pelo y la puse en cuatro. Con el cabello bien aferrado a mi mano, la alcé para que se curveara más y me diera libre acceso. Con la otra mano volví a masturbarla pero ahora con más intensidad, ella no hacía otra cosa más que gemir y respirar agitadamente. Pueden llamarme " Jeff manos mágicas the killer" o algo que se escuche perrón.

Finalmente después de tanta dilatación, introduje dos de mis dedos en su vagina, ella soltó un gemido más alto y movió sus cadera empujando ella misma mis dedos. Yo le empujé la cabeza contra la cama, haciendo que quedara totalmente a mi dispocisión.

-Prepárate para partirte en dos.- Bajé mis pantalones, y dejé que sintiera mi miembro en su entrada, a través de la tela de mis boxers. Ella soltó un quejido y me seguí frotando contra su entrada, después liberé completamente mi pene y lo introduje en ella poco a poco. Estaba muy estrecha, lo que me hizo soltar un gemido a mí también (gemido de macho, quiero aclarar).

Empecé a embestirla con un ritmo más constante y más rápido, la tenía agarrada de sus glúteos, los cuales estaban empezando a enrojecer por la fuerza con la que la estaba sujetando. El sonido de su trasero impactando contra mí era muy excitante, así que la embestí con más fuerza, luego me detuve para voltearla y ver sus expresiones al ser penetrada por este ejemplar de semental.

Ella no dio ninguna resistencia por lo que pude girarla rápido, tomé sus tobillos y pasé sus piernas por encima de mis hombros para volver a penetrarla. Ella estaba roja y sudada por efecto de la excitación, y al darse cuenta de eso, se tapó la cara con sus brazos, yo volví a tomar sus muñecas y le alcé los brazos para que no escondiera su cara otra vez.

Yo estaba apunto de llegar al orgasmo, pero ella parecía lejos de acabar. No lo niego, sentí pánico, no quiero que llegue al cielo y le diga a Dios que duré poco en la cama. Así que recordé que para que dures más tienes que pensar en otras cosas para engañar a tu pene y así crea que aún no es momento de lanzar proyectiles.

Veamos, cómo puedo distraerme? Mmm a ver, qué fue lo que comí la semana pasada? Espera, comí la semana pasada? No, creo que fuí a robarle algo a Ticci pero no me dejó robar nada, jaja, Ticci Toby me cae bien... Esperen, estoy pensando en él mientras estoy...?

- ¿Qué pasa, por qué te detuviste?- Su voz agitada me distrajo de mis pensamientos.

- Es parte de mi técnica en el sexo.- Seguí con lo mío, y ahora sí después de unos minutos más logré que llegaramos al orgasmo al mismo tiempo.

Ella se recostó completamente en la cama, respirando muy pesadamente y con las piernas temblorosas. Yo me recosté un poco más a los pies de la cama e intenté retomar el aire rápido. Observé su cuerpo y desnudo, por lo que abrí sus piernas.

- ¿Qué estás haciendo?- Se sentó rápidamente en la cama alejándose un poco de mí.

-¿A qué hora sale la sangre?- Le pregunté con el seño fruncido, sé que las mujeres cuando tienen su primera vez con alguien, sangran, es la prueba de la virginidad.

- Oh, eso. De más joven practicaba gimnasia, por parte de la escuela. Algunas veces puedes romper tu himen por accidente al hacer deporte.- Me explicó como si estuviera hablando con un niño.

- Bueno, ¿tú crees que soy pendejo o qué?.-

-¿De qué hablas?- Ella parecía muy confundida.

Cree que con eso me puede engañar, pero está equivocada, claro que esas cosas no pasan. Cuando coges por primera vez sangras y punto, no puede inventar algo así y esperar a que yo lo crea.

- No digas estupideces, esas cosas no pasan. Qué vas a saber tu, niña tonta.- Ella sólo soltó una risa confusa.

-¿Qué voy a saber yo... Del cuerpo de las mujeres?- Contestó como si lo que acababa de decir fuera la cosa más ilógica del mundo.

- Exactamente, mejor dime que no fue tu primera vez y ya. Ya me voy.- Tomé mi ropa ya decidido de salir de ahí.

- ¿Me traes agüita? Me dio sed.- Me dijo tomándome de la muñeca para llamar mi atención.

La miré feo y bajé a la cocina. Sí, ya voy por tu pinche agüita.

Jeffrey (jeff the killer y tu) +18  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora