En el pasado

Capitulo 15

Viéndolo en retrospectiva Hermione no tenia idea de porque estaba actuando así, es cierto que estaba enojada con sus amigos y que había decidido que no se iba a dejar menospreciar por nadie, ni los Slytherin, ni sus propios amigos, y parece que la oportunidad para demostrar que tan cierto era lo que pensaba llego pronto en forma de un grupo de serpientes en la torre de astronomía.

En definitiva ella no espera hablarles de esa forma, pero su discusión con Harry y Ron la había hecho enojar tanto que de alguna forma habían hecho aparecer a una nueva Hermione, una que ni ella conocía, pero que le gustaba, y al parecer no era la única, las serpientes la habían sorprendido al comportarse de esa forma, ella nunca espero que la invitaran a unírseles ni mucho menos a que le propusieran llevarse bien de alguna forma, solo sabia que había descubierto una nueva faceta de los Slytherin que no le disgustaba, al contrario le agradaba mucho, sobretodo cuando Malfoy había convencido, de alguna forma, a todos sus amigos de llamarla Jean.

Jean, ese es el nombre de su madre y la razón por la que le llamaban Hermione, después de todo no querían confundirlas, pero en Hogwarts no había ninguna otra Jean, y quizá era momento de que todos comenzaran a llamarla así, era alguien diferente ahora, ya no era Hermione, de ahora en adelante seria Jean y los demás tendrían que acostumbrarse a eso.

La mañana llego más rápido de lo que Jean esperaba, se levanto y comenzó a prepararse aprovechando que sus compañeras aun seguían durmiendo. Una vez bañada y con el uniforme puesto se miro una vez más al espejo, nunca le había preocupado mucho su apariencia y quizá esa era la razón por la que Ron y Harry tendían a olvidar que ella era, por obvias razones una chica, rodó los ojos ante sus propios pensamientos, no había nada que justificara el que ellos olvidaran semejante cosa, decidida por fin tomo su varita y apunto a su uniforme, normalmente lo llevaba una o dos tallas mas grande para sentirse cómoda, pero quizá era hora de que este fuera de su talla correcta, nada justo y revelador como el de otras chicas, pero si lo suficiente para que no pareciera el uniforme de alguien más. Ahora su cabello, este era peor de manejar que el de Harry, y es que el cabello del muchacho al menos lo hacia ver bien, el suyo por otro lado era un nido de pájaros, y eso era cuando estaba de buenas, con mucho cuidado se aplico una de las pociones alizadoras que había comprado pero nunca se había tomado el tiempo de usar. 

La figura que se reflejaba en el espejo definitivamente no podía ser ella, era cierto que había cambiado algunas cosas, pero no esperaba verse tan diferente, nunca se había considerado una chica linda, pero justo ahora comenzaba a dudarlo.

El gran comedor estaba sorprendentemente lleno para ser tan temprano, y es que con la llegada de los nuevos visitantes nadie quería perderse nada. Hermione había salido temprano de la sala común de Gryffindor y había estado paseando por los distintos pasillos nerviosa de que los demás la vieran, pero una vez se fijo en la hora se dio cuenta que no podía retrasar más las cosas, así que con paso decidido y una sonrisa en su rostro camino rumbo a las enormes puertas y por fin entro.

Decir que no llamo la atención seria mentira, todos tenían fija su mirada en la leona, incluso aquellos en la mesa de la tercera generación y como era de esperarse los comentarios y las conversaciones en torno a su "gran" cambio comenzaron en cuanto se sentó junto a Neville y en frente de Sirius y Remus.

Buenos días Mione - la saludo con una sonrisa Remus - ¿Dormiste bien? - Jean le regalo una sonrisa y le respondió - Buenos días a todos - dijo viendo también a Sirius y a Neville - la verdad tuve una noche bastante esclarecedora, pensé algunas cosas y creí que era hora de un cambio, por eso mismo me gustaría que me llamaran Jean - termino la chica con una sonrisa, Sirius aun la veía sorprendido, no solo por lo que había dicho si no por su cambio - en ese caso Jean, nos alegra que hayas podido aclarar muchas cosas - Sirius le regalo una sonrisa - y por cierto, estas hermosa, creo que tendremos que comenzar a preocuparnos de espantar chicos Remus - dijo ahora en tono serio - creo que tienes razón canuto, después de todo, mira al pobre de Neville - dijo Remus señalándolo - se ha quedado con la boca abierta y me temo que haya olvidado como respirar - dijo en tono juguetón el hombre lobo ocasionado la risa de los presentes.

En la mesa de Slytherin el tema de conversación no era otro más que el fabuloso cambio de la sangre sucia, apodo que molestaba a cierto grupo particular de serpientes quienes no podían decir nada, pues debían guardar las apariencias frente a los demás.

Bueno Draquito - comenzó Pansy - creo que Jean te ha dejado con la boca abierta - termino la chica haciendo que sus amigos soltaran una carcajada, pero aun así el rubio seguía con la vista fija en la mesa de Gryffindor.

Yo si sabia que era linda - hablo ahora Theo, logrando llamar la atención del rubio por fin - pero definitivamente "linda" le queda corto, no es raro que el pelirrojo este tan empeñado en hacerla su esposa.

La sorpresa de Ron y Harry al verla fue bastante obvia, en definitiva ambos comenzaban a arrepentirse de el como la habían tratado, claro que ellos seguían completamente seguros de que llevaban la razón, solo era cuestión de tiempo para que ella también lo supiera, así que algo resignados y molestos por los comentarios hacia como Hermione se veía ahora y lo linda que estaba tomaron asiento algo lejos de ella y enfrente de Ginny, quien tampoco se veía muy feliz, después de todo había notado como Harry la había visto y estaba bastante celosa.

En la mesa del futuro tanto los encapuchados como los que ya no lo estaban veían a su madre, madrina o tía con una sonrisa, después de todo comenzaba a verse y a actuar como la mujer que ellos conocían en el futuro, claro que también notaron las miradas que estaba recibiendo y sintieron pena por todos eso chicos, una vez su padre, tío o padrino supiera que ella era su esposa se iba encargar de que a todos les quedara claro y no pensaran nunca, ni por un solo segundo que tenían alguna oportunidad con ella.