Luego de más de 20 años el mundo mágico por fin se encontraba en paz, y como era de esperarse, en unos días se celebraría el aniversario por la batalla de Hogwarts, una fecha para recordar y sanar, aunque claro, no sería una celebración si esta no tuviera un baile, por eso hoy, un día antes la mayoría de los jóvenes hijos de los tan aclamados partidarios en la guerra corrían de un lado a otro buscando vestidos, accesorios, zapatos o simplemente acompañando a sus amigos a hacerlo, pero quienes realmente resaltaban eran dos grupos de jóvenes de distintas edades que se encontraban como siempre teniendo una disputa en medio de una de las tiendas.
-Definitivamente tienen que calmarse todos – dijo una rubia ya bastante enojada.
-Callate, nadie pidió tu opinión – le gritó una pelirroja, para luego empujarla, lo que ninguno espero fue que al hacerlo, la rubia resbalara y al caer un objeto de incalculable valor se rompiera, llevándose consigo a ambos grupos en lo que era, una gran nube de polvo dorado.
Cuando la nube se disipó se vieron los unos a los otros aturdidos, no entendían muy bien lo que paso, solo que la culpa debía de ser de la chica pelirroja, o eso pensaban algunos, pues el resto aseguraba que era culpa de la rubia .
¡Chicos! - gritó un azabache - ¿Que hacemos en Hogwarts? - con esta última pregunta consiguió captar la atención de todos los presentes, quienes comenzaron, nuevamente, a discutir entre sí.
¡Basta! - gritó un peli azul - lo mejor que podemos hacer ahora, es ir a buscar a la directora, porque para aquellos que aun no lo saben - dijo viendo a un grupo en específico - la señorita weasley - dijo con burla - hizo que el giratiempo de Cissy se rompiera y temo decirles, que no se que tan atrás en el tiempo viajamos.
Luego de eso un rubio conjuro capas para todos y tomaron rumbo hacia la oficina de la directora, claro que algunos iban más animados que otros.
...
Una vez llegaron a la gárgola probaron varias contraseñas hasta que a un azabache se le ocurrió decir - caramelos de limón - y para sorpresa de todos funcionó.
Luego de subir bastante nerviosos la escalera, pensando en los miles de problemas que se iban a meter cuando sus padres se enteraran, realmente no querían conocer las consecuencias.
Con nervios Narcissa se acercó a la puerta y golpeó un par de veces. Luego de unos segundos se escucho como, al contrario de lo que esperaban, una voz masculina contestaba - adelante - varios rubios, castaños, pelirrojos, azabaches y un peli azul intercambiaron miradas, ninguno creía posible que realmente fuera el.
Con muchas dudas en su cabeza Narcissa abrió la puerta y ante sus ojos se encontraba nada más y nada menos que el mismísimo director Albus Dumbledore.
- ¿Que puedo hacer por ustedes muchachos? - dijo el director mientras levantaba la vista de unos papeles que estaba revisando - bueno, pero creo que ustedes no son alumnos míos - dijo mirando detalladamente a cada uno de ellos - al menos no todavía - dijo guiñando un ojo - ¿Quien me quiere explicar lo que pasó?
- Verá señor director, lo que pasa es que estábamos en una tienda discutiendo, y entre una cosa y la otra me empujaron, el problema fue que al caer se rompió mi giratiempo, es por eso que estamos aquí - explico Narcissa, aunque antes de que Dumbledore pudiera responder, hizo una pregunta que la tenía bastante preocupada - disculpe director pero - dijo bastante nerviosa - ¿en qué año estamos?
- Contestando a su pregunta señorita... - dijo Dumbledore mirando fijamente a Narcissa.
- Malfoy, Narcissa Malfoy - dijo regalandole una sonrisa.
- De acuerdo señorita Malfoy, ustedes están en 1995 - dijo mirando a todos los encapuchados en su despacho - y antes de que se desesperen, estoy seguro que podemos reparar su giratiempo, pero antes me gustaría que pensaran sobre la oportunidad que tienen ahora de cambiar algunas cosas - dijo mientras se levantaba de su asiento y caminaba hacia donde se encontraban ellos.
- Entonces chicos, ¿estarían dispuestos a cambiar sus vidas y las de quienes más aman? - pregunto mirando a cada uno de los chicos, quienes se habían retirado la capucha para mirarse los unos a los otros, mientras, aun en shock analizaron la propuesta de Dumbledore.
- Yo se que la mayoría de nosotros no tenemos una buena relación, y probablemente algunos ni siquiera quieren tenerla, pero para algunos es la oportunidad de salvar a nuestros seres queridos - dijo viendo específicamente a varios pelirrojos - es nuestra oportunidad de salvar a mis padres, al tío fred, a sirius, se que a pesar de las diferencias a ninguno de nosotros le gusta ver la tristeza en el rostro de nuestras familias.
Teddy tenía razón, ellos realmente no se llevaban bien, pero era una oportunidad que ninguno de ellos quería desaprovechar, la forma en la que se trataban no iba a cambiar, pero al menos buscarán la forma de salvar la vida de sus familiares, así que con un asentimiento de parte de todos, Dumbledore comenzó a explicarles su plan.
Con todo claro solo me queda pedirles que uno de ustedes me escriba en este pergamino - dijo Dumbledore mientras con un movimiento de varita aparecia un pergamino y una pluma - los nombres de aquellas personas que no se encuentran en Hogwarts y son necesarias para las presentaciones.
Teniendo en cuenta que el era el mayor, Teddy dio un paso al frente y comenzó a escribir en un pergamino los nombres necesarios, sin embargo, antes de terminar se detuvo y se giro hacia Dumbledore - Señor, respecto al caso de Sirius Black, como debemos manejar el asunto.
Por eso no se preocupen, yo me encargare de que el pueda asistir y nadie se entrometa en el asunto - Dijo regalandole una sonrisa tranquilizadora Dumbledore - en ese caso, creo que ya están escritas todas las personas necesarias en la lista - dijo devolviéndole el pergamino al director.
En ese caso, se pueden alojar en la sala de menesteres, allí esperaran hasta mañana y antes del desayuno enviaré a la profesora McGonagall para que los acompañe al gran comedor donde comenzaremos las presentaciones - Termino de decir Dumbledore y debido a que los chicos conocían ya el camino a la sala de menesteres, se despidieron del viejo director y una vez puestas sus capuchas salieron de su oficina, a la que sería su sala por un tiempo.
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En el pasado
Fiksi PenggemarUn giratiempos roto, personas por conocer, explicaciones que dar y vidas que salvar. Todo eso y mucho más por culpa de un viaje que ninguno de ellos planeo hacer pero que sin duda repetirían, después de todo, no todos los días viajas al pasado.