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❝Las personas mueren, pero sus recuerdos jamáslo harán❞
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Lo figura del sol cada vez se hacía más y más pequeña, escondiéndose en el horizonte para dar lugar a la espesa noche, las luces de la cuidad se empezaron a encender lentamente, aunque no eran competencia para la espléndida luz que irradian los astros del espacio, el manto de estrellas que cubría el cielo nocturno ya se había hecho presente, sin mencionar la salida del gran cuerpo celeste que es adorado por muchos; la luna, en su etapa más vistosa la cual era la llena, la gran esfera que a pesar de no tener luz propia, esa noche se creía todo lo contrario, ante sus ojos brillaba con tanta naturalidad y desprendía una belleza indescriptible.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —cuestionó algo dudosa recostando su cabeza en el hombro del chico, este paso su brazo alrededor de su cintura quedando así abrazados, contemplando desde el techo de aquella vieja escuela la hermosa luna acompañada de un bello manto de estrellas.
—Ya la hiciste —le respondió de manera bromista, observando como su acompañante hacia una cara de enojo la cual a su parecer era muy adorable—. Me dejó de bromas —acarició los mechones de su cabello enredandolos en sus dedos—. Adelante.
—¿Qué es lo que más recordabas de mi en estos últimos 50 años? —sus mejillas se tornaron de un leve carmesí, su pregunta le parecía algo tonta pero aún así quería saber la respuesta.
El muchacho llevo su dedo índice a su mejilla, pensando las palabras correctas para responder a la interrogante que le había planteado la chica, aunque se estaba tardando a propósito para ver cómo está se inquietaba al no recibir respuesta alguna, soltó una risita al notar que su cometido había resultado.
—No puedo responder esa pregunta —llevó su mano hacia su cabeza quitándose así el sombrero que combinaba con su traje, la chica miro había otro lado avergonzada pero sintió el delicado toque de una mano acariciando su mejilla─. Porque no existen palabras para describir cada hermoso recuerdo que tengo de ti y tus bellas sonrisas que hace que mis días estén llenos de alegría.
